“La amiga estupenda”, el fenómeno literario que se convirtió en una serie
La escritora napolitana Elena Greco (Lenù) atiende el celular a la madrugada. “¿Pronto?”. “Mamá desapareció hace dos semanas”, le avisa llorando el hijo de su eterna amiga Raffaella Cerullo (Lila), a la que no ve hace años. “Creí que vagaba por el pueblo, como siempre. Pero se llevó su ropa y cortó su imagen de las fotos familiares. ¿Sabes a dónde se fue?”. Lenù no se conmueve. “Rino, aquí no está. Compórtate como ella hubiera querido. No la busques, no vale la pena. Y no vuelvas a llamarme”.
Así se dispara una de las series del año, cuyos dos primeros episodios se estrenarán mañana y el lunes 26 a las 21:00, por HBO: La amiga estupenda. La adaptación del best-seller de la misteriosa italiana Elena Ferrante sobre estas dos amigas en Nápoles, en lucha contra la pobreza, el machismo y la opresión, de los años 50 al presente. “Lila, no sólo quisiste distanciarte ahora, a los 60 años. Quisiste borrar la vida que dejaste atrás. Estoy muy enojada, y por eso contaré tu historia”, dice la voz en off de Lenù, y comienza a recordar.
Se le aparece la imagen de Lila en la niñez: el cuerpo pequeño, el pelo negro hasta los hombros, los ojos desafiantes. En eso, Lenù abre su laptop y se pone a escribir (y a relatarles a los espectadores). De fondo, las cuerdas en leve tensión del compositor Max Richter abrirán el universo inicial de las dos amigas, de niñas: Rione Luzzatti, un peligroso barrio de Nápoles en la posguerra, y el día de escuela en que la aplicada y rubia Lenù se fascinó por Lila y su carácter provocador. “Sentí que debía comportarme como esa chica y no perderla de vista”, confiesa su voz en off.
¿Cómo atrapar el misterio y el dolor de estas dos amigas a lo largo de medio siglo? La conmoción será múltiple en “La amiga estupenda”, de título original “L’amica geniale” (y en inglés, “My Brilliant Friend”). Sus ocho episodios, hablados en italiano y hasta en dialecto napolitano (por fidelidad de tono y clima), se centran en la primera novela, de 2011, de esta saga de cuatro libros de Ferrante.
Este fenómeno editorial, con más de 30 millones vendidos en todo el mundo, se volvió la primera producción conjunta de HBO y la RAI, junto a Timvision. La amiga estupenda tiene dirección de Saverio Costanzo y ofrece una fina recreación de este severo barrio de Nápoles.
La campaña de prensa asegura que “La amiga estupenda” “es una de las producciones italianas más ambiciosas de los últimos años”, con 150 actores y 5 mil extras en un set de 215 mil metros cuadrados, 14 edificios de departamentos, una iglesia, un túnel y hasta 1.500 trajes originales. Pero el recuento de datos no hará sentir la química en pantalla entre Lenù y Lila. El casting, en la misma región de la novela, fue certero. Juntas transmiten ternura, temor y rabia frente a la pobreza y a la asfixia familiar y social.
En el primer episodio, titulado “Las muñecas”, Lenù y Lila enfrentarán a los varones y descubrirán el sótano con telarañas de don Achille, el usurero y criminal del barrio. En el episodio dos, llamado “El dinero”, ellas (las mejores de la clase) leerán en voz alta “Mujercitas” y exigirán que las dejen ir a la secundaria para esquivar un destino de amas de casa con las manos en llagas.
Ellas surcarán amores y decepciones, la sexualidad y los años politizados de los 60 y 70, la crisis de los 80, la madurez de Lenù y Lila y el misterio de su desaparición. Como el de toda amistad. “Siempre exageraste, Lila, en nuestra niñez y en nuestra vejez”, dice la escritora Lenù, con los dedos sobre el teclado y la voz en los oídos de los televidentes. “No sólo voy a contar lo que vi, sino lo que me contaste en todos estos años. Llegaré hasta el final”.