La Covid-19 enriquece a potentados y multiplica hambrientos

Nadie duda que la Covid-19 golpeó a todo el planeta, lo que no todos saben es que para algunos fue un golpe de suerte. Y vaya qué golpe porque incrementaron sus patrimonios no en cientos, sino en miles de millones de dólares. Como si les faltara, quienes fueron beneficiados por los apuros de la pandemia fueron los personajes más acaudalados del planeta. Una breve pauta: según la revista especializada Forbes, sólo entre marzo y mayo de este 2020, los 25 mayores multimillonarios del mundo incrementaron sus ganancias en 255 mil millones de dólares. O sea, en dos meses, ganaron el equivalente a cuatro veces el Producto Interno Bruto (PIB) de Bolivia.

Y, de acuerdo al diario The Guardian, entre marzo y junio, los primeros cinco megamillonarios del planeta ganaron 101.700 millones de dólares. Es decir, ganaron en ese breve trimestre, el equivalente a dos veces y media el PIB boliviano. Por si sirva aclarar más: esto significa, 2,5 veces el conjunto de todos los bienes y servicios producidos en Bolivia durante el año 2019.

Esos cinco afortunados, en medio del aciago destino planetario son Jeff Bezos, Bill Gates, Mark Zuckerberg, Warren Buffett y Larry Ellison. Los primeros tres y el quinto ejecutivos de empresas tecnológicas mientras que Buffett se mueve en varios campos empresariales. Por ello también resulta destacable el salto de la fortuna de un sexto beneficiario de la crisis: Elon Musk. En los últimos cuatro meses, la fortuna del ejecutivo de las empresas SpaceX y Tesla casi se triplicó. Pasó de 25 mil millones a 74.200 millones de dólares.

Por si falten ejemplos, valga añadir que el patrimonio neto de Zuckerberg, el dueño de Facebook, se disparó en unos 15 mil millones de dólares en 2020. Pero, claro, siempre vale destacar a quien encabeza la lista y su colosal fortuna, mejorada más gracias a la pandemia: Jeff Bezos.

• Millonario entre millonarios

Bezos, el ejecutivo de la empresa Amazon lidera la lista de potentados desde hace ya casi un lustro. A julio su fortuna superó los 171.500 millones de dólares. Y se presume que hasta fin de año bordeará los 200 mil millones de dólares, dada la dinámica que el comercio por internet alcanzó durante la pandemia. El megamillonario, el año pasado, se dio el lujo de ceder a su ahora exesposa MacKenzie Tuttle, 36 mil millones de dólares. Así alcanzaron un acuerdo por divorcio y, pese a ello, siguió encabezando la lista de los más ricos.

En total se calcula que, en el planeta, 2.095 personas poseen, cada una, más de mil millones de dólares. Entre todas ellas detentan una riqueza que supera los 8 billones de dólares, es decir, un ocho seguido de 12 ceros. Según la organización especializada Oxfam, ese conjunto de megamillonarios tiene más dinero que 4.600 millones de personas juntas.

"Si todas las personas del mundo se sentasen sobre su riqueza apilada en billetes de 100 dólares, la mayor parte de la humanidad estaría sentada en el suelo", aseguraba el informe de 2018. Luego comparaba: "Una persona de clase media de un país rico estaría sentada a la altura de una silla", mientras que los dos hombres más ricos del mundo (hoy Bezos y Gates) "estarían sentados en el espacio exterior".

Oxfam ha apuntado otra comparación: “Si alguien hubiese ahorrado 10 mil dólares diarios desde la construcción de las pirámides egipcias, hoy seguiría siendo un 80 por ciento menos rico que los cinco multimillonarios más ricos del mundo. Esos que, durante la pandemia, volvieron a ganar fortunas semanales y hasta diarias.

• Los magnates latinos​

El resto del club tampoco es para nada despreciable en cuanto a su pecunio y “suerte”. Otra evaluación de la Oxfam (titulada “Quién paga la factura”) señala el salto del patrimonio de 73 personas latinoamericanas que superaban los mil millones de dólares, antes de la pandemia. El 18 de marzo, la fortuna de todos era de 280.400 millones de dólares, y el 12 de julio, de 328.600 millones. Estos casi 50 mil millones de dólares significan un 17 por ciento de aumento y equivalen a nueve veces la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) para la región en este período.

¿Por qué se hicieron más ricos en este contexto? Uno de los motivos resulta la recuperación de los mercados financieros, según explicó Asier Hernando, director regional de Oxfam para América Latina al diario Página 12. “Tienen capacidad y agilidad para recolocar en valores más seguros, usan su dinero para comprar bajo cuando los valores se desploman o las cosas les van mal a otros”, afirmó.

Otra de las causas constituye los beneficiados directamente por la pandemia. Según Oxfam, el comercio electrónico creció 22 por ciento, el tecnológico 36 por ciento y el farmacéutico 8 por ciento. Por ejemplo, el empresario argentino Marcos Galperín en marzo tenía una fortuna de 2 mil millones de dólares y estaba en el puesto 1.063 de Forbes. En julio llegó al puesto 518, con una fortuna de 4,5 mil millones.

Similar situación vivió el brasileño Eduardo Saverin, uno de los creadores de Facebook, cuya fortuna saltó de 8 a 13 mil millones de dólares. Mientras tanto, el chileno Horst Paullman, dueño del retail Cencosud, no figuraba en el ranking en marzo, pero tras la crisis se encuentra en el puesto 983, con una fortuna de 2,6 mil millones de dólares.

"Mientras que todos están viviendo con órdenes de confinamiento, tratando de sobrevivir, los milmillonarios latinoamericanos ven cómo su patrimonio va generando más de 413 millones de dólares diarios desde el principio de la pandemia", afirmó el director ejecutivo interino de Oxfam, Chema Vera.

• El otro extremo

Estos aumentos en las fortunas se producen en la región más desigual del mundo, que es hoy foco de contagios del coronavirus. Antes de la pandemia, la informalidad en la región era del 53 por ciento y la situación se agravará con el virus. Latinoamérica sufrirá una caída del 9,4 por ciento del PIB en 2020 y tendrá la recuperación más lenta del mundo en 2021, según proyectan el FMI y el Banco Mundial.

Oxfam estima que Latinoamérica perderá 113.400 millones de dólares en ingresos fiscales, equivalentes al 59 por ciento del gasto en salud de la región. "El desplome de los ingresos tributarios hace impensable imaginar que se pueda abordar la recuperación de la capacidad fiscal por las vías tradicionales. Son necesarias medidas de urgencia, extraordinarias y estructurales, al tiempo que se corrigen las deficiencias del pasado", dice el informe, que recomienda una serie de iniciativas.

Eso en América, mientras tanto, en el otro extremo de la balanza se hallan quienes resultan más golpeados por la pandemia. Alrededor de 6,7 millones de niños menores de cinco años están en peligro de sufrir niveles peligrosos de desnutrición este año como resultado de la pandemia de coronavirus, advirtió Unicef. La agencia de la ONU para la infancia, citando un análisis publicado en paralelo en la revista The Lancet, apuntó el lunes 28 de julio que el 80 por ciento de esos niños viven en el África subsahariana y el sur de Asia.

"Han pasado siete meses desde que se informó de los primeros casos de Covid-19 y es cada vez más evidente que las repercusiones de la pandemia están perjudicando a los niños más que la enfermedad en sí", señaló en un comunicado la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore.

Recordó que las tasas de pobreza de las familias y la inseguridad alimentaria han aumentado con recortes en servicios esenciales de nutrición y en las cadenas de suministros, y con fuertes subidas en los precios de los alimentos en algunos lugares. "Como resultado, la calidad de la dieta de los niños ha empeorado y la tasa de desnutrición aumentará", recalcó.

El análisis, publicado en The Lancet, apunta a un posible aumento de la emaciación, una forma de desnutrición que pone en peligro la vida de los niños, dejándolos demasiado delgados y débiles. Según recuerda la agencia, la emaciación no solo puede causar la muerte, sino que provoca deficiencias en su crecimiento, desarrollo y aprendizaje.

Unicef calcula que unos 47 millones de niños sufrieron este problema en 2019, antes de la pandemia, y avisa de que si no hay acciones urgentes ese número podría acercarse a los 54 millones en 2020. Según la Oxfam, con sólo aplicar un impuesto del 0,5 por ciento a las fortunas de los 2.095 megamillonarios, este y varios otros problemas humanitarios podrían ser superados en el mundo. Demandas similares son repetidas infructuosamente en el planeta desde hace décadas.