Sueños enraizados: Movimiento Una Gran Nación
Viajes, destinos, culturas, fotografías, comidas, registros, proyectos, apoyo, alianzas son parte del mundo de acciones que han sucedido durante los dos años y medio de Una Gran Nación (UGN).
Durante 2020, al inicio de toda la idea de UGN, un par de soñadores pensaban en, simplemente, mostrar Bolivia, visibilizar la belleza que nuestras fronteras contienen y en hacernos entender que nuestro país no sólo vale la pena, sino que es un tesoro como pocos en el mundo. La idea era empezar a hablar del país no como un lastre para sus habitantes, sino como la maravilla que es y que puede llegar a ser cuando se trabaja con objetivos claros y voluntades positivas.
Meses de trabajo incansable nos siguieron, buscando la forma de transmitir ese cariño incalculable por nuestra tierra, días de dificultades cuando no era posible ni salir por la puerta de nuestras casas y semanas llenas de lucha, buscando la manera de impulsar a nuestros compatriotas a vivir la verdadera belleza de Bolivia, de mirar hacia adentro… y sorprenderse. La misión no está cumplida, pero está en curso. El camino está marcado, los cimientos están secos. Y ahora, nos toca levantar la mirada y recalibrar el curso.
Hoy volvemos a nuestras raíces.
La cuna de UGN estuvo hecha de sueños, nubes y visiones, de corazones que se maravillan con la luz del sol pasando entre las imponentes copas de los árboles chiquitanos, de ojos que se humedecen ante la dulzura de las manos que trabajan la totora en el lago Titicaca, de paladares que prefieren la comida del hogar por sobre todas las cosas y de almas que se estremecen de felicidad ante la posibilidad de presenciar Bolivia en todo su esplendor. Es ese mismo impulso el que nos ha dirigido hasta ahora, pero esta vez, lo multiplicamos.
Entre los amigos que hemos hecho, los colaboradores que nos han extendido la mano, los artistas y profesionales que se han sumado y, sobre todo, las maravillosas personas que nos han abierto la puerta de sus hogares, comunidades y tierras, UGN ha crecido más allá de un proyecto.
Hoy somos un movimiento.
Ese sueño que nació caminando entre los bosques del Tunari hoy se ha extendido a lo largo y ancho del país. UGN se ha transformado en un movimiento colectivo de fomento, de ímpetu, de apoyo, de colaboración y de orgullo boliviano.
Actualmente, UGN cuenta con la red de creadores más grande del país, y nuestra misión principal no ha hecho nada más que expandirse y lograr que los bolivianos se enamoren de Bolivia, que el país se ate a sus raíces y descubra, de una vez por todas, que vivimos en un paraíso sin igual, de una riqueza cultural, natural y social absolutamente única. Y toda esta articulación está movida por ese deseo de revitalizar y redescubrir la más profunda esencia que nos une.
El movimiento UGN articula los esfuerzos y recursos de instituciones, organizaciones, empresas y personas para dirigirlas hacia la promoción y visibilización de nuestros destinos, patrimonios y culturas diversas. Para que, al subirnos a un bus o un avión, el destino se encuentre en las entrañas de Bolivia y no fuera de sus fronteras, para que nos encontremos las antiguas y bellas historias de nuestras comunidades y aprendamos a respetarlas y admirarlas, para perdernos en nuestra tierra y, en ello, encontremos nuestro verdadero camino como país.
Y en el corazón del movimiento, en su mismo centro, todavía está esa cuna hecha de sueños. La que primero nos impulsó a dar el paso y descubrir aquello que se nos había olvidado: que nacimos y vivimos en la tierra de la belleza, en Nuestra Gran Nación.