Backcountry a 5.000 metros: un deporte extremo en las montañas de Bolivia y Chile
Para muchos, la montaña es un paisaje para admirar desde la distancia, pero para Alexis Rico, un aventurero y seguidor de la Revista OH!, es un espacio donde el aire escasea y el clima es impredecible, pero que está lleno de adrenalina y paisajes de ensueño.
Alexis es un boliviano que radica actualmente en Chile y un atleta de backcountry, una disciplina que él define como “ir más allá del centro del esquí; es hacer travesía por áreas remotas” de las montañas. En una entrevista, compartió detalles de este deporte extremo que, además, permite descubrir nuevos destinos, animando a aquellos que aún no se atreven a practicarlo.
Del Asfalto a la Nieve
“Desde niño me gustaban las montañas blancas y querer llegar ahí”, relata Jorge. Este amante del skateboarding recordó que un fuerte accidente lo dejó en cama varios días. Fue en ese momento en el que vio una publicidad de los X-Games de invierno. “Me llamó la atención. Empecé a buscar información y claro, estaban los esquís y el snowboard. Yo, amante de la patineta, escogí el snowboard”, mencionó.
El aprendizaje en pistas seguras fue solo el comienzo de esta pasión. “Vivir esa adrenalina te hace querer experimentar más”, explica. Y, en poco tiempo, las montañas comenzaron a llamarlo. “Ves las montañas donde todo está más salvaje. Ves líneas que te deslumbran: canalones, chimeneas, cornisas. Ahí está el deseo de salir y vivir esa aventura. Después de hacerlo, el centro de esquí queda atrás y entras en el mundo del Backcountry”, añade.
El hecho de llegar a lugares extremos donde no todos pueden llegar lo motivó a mostrar la naturaleza, la majestuosidad imponente de los paisajes a través de sus fotografías.
El desafío de los 5.000 metros
Alexis recorrió los Andes y encontró diferencias abismales entre los dos principales destinos de nieve de la región.
“En Chile hay nieve a partir de los 2.000 msnm”, detalla. Esto lo convierte en el destino ideal para iniciarse. “Tienes centros de esquí muy buenos donde puedes aprender, como La Parva, El Colorado, Valle Nevado, o más al sur como Nevados de Chillán y Corralco”, menciona para los interesados. Sin embargo, advierte que accesible no significa seguro, ya que “varía mucho en las condiciones del clima, tipo de nieve y la topografía”. Bolivia, en cambio, es un escenario completamente diferente; es el siguiente nivel, y quizás, el desafío final, subraya.
“En Bolivia, las condiciones para poder practicar son más exigentes. Para empezar, el equipo, la experiencia y la condición física”, afirma, considerando que, a más de 5.000 metros, el clima es el factor determinante. “Es muy cambiante e impredecible. Necesitas experiencia en montaña más un buen nivel y técnica para poder esquiar”, comenta.
Además, “si hay ráfagas de viento a 5.000 msnm y estamos a -5 grados bajo cero, la sensación térmica baja entre 10 a 15 grados”, explica. Por tanto, la nieve puede transformarse en hielo, las grietas glaciares están expuestas y el riesgo de avalancha es constante.
Un ejemplo de esta complejidad fue su descenso del Nevado de Condoriri. “Es un lugar maravilloso. Tienes una laguna y el glaciar, que es muy técnico. En esa oportunidad no había mucha nieve y era más hielo, lo que es más complejo. No fue fácil, pero el paisaje hace que el cansancio se te olvide”, recuerda.
“Para resumir”, dice, “hacer backcountry a 5.000 msnm requiere mucha preparación, conocimiento técnico, condición física, equipo y contar con la gracia del clima para poder hacerlo”.
El instinto de supervivencia
En el backcountry, no hay patrullas de rescate, por lo que la seguridad depende de la preparación y del “instinto” de cada uno. “Hay cursos para rescate de avalanchas, nivología (el estudio de la nieve), técnicas invernales y progresión en glaciar. ”, recomienda.
Además, igual de importanto que el equipo de seguridad es el compañero de expedición, o “cordada”, añade. “Tienes que conocer muy bien a la persona con la que vas a ir. Tiene que tener experiencia, idealmente más que uno. Que conozca la zona y que tenga capacidad de actuar fríamente ante cualquier situación. Esa persona, ante cualquier eventualdiad, puede salvarte la vida”, explica.
Sin embargo, el mayor riesgo, irónicamente, aparece con la experiencia, ya que “cuando ya tienes un buen nivel y técnica, subestimas las condiciones del clima o los tipos de nieve, y a veces te arriesgas y ocurren accidentes”, advierte.
Para quienes sueñan con seguir sus huellas, él aconseja que “lo primero es el equipo: la indumentaria, ropa, tablas y equipo de rescate de avalancha. La seguridad ante todo”.
“Tengo un gran sueño: poder hacer las tres montañas más altas de Bolivia y realizar un documental”, reveló en una entrevista con la Revista OH!. Asimismo, busca mostrar al mundo los paisajes que tenemos y [demostrar] que en Bolivia se puede hacer esto. “Muchos países de Europa, Estados Unidos, Chile o Argentina están creciendo [en este deporte], ¿y por qué no decir Bolivia también? Ese es mi gran sueño”, finaliza.































