Pese a que la Secretaría de Salud de la Alcaldía de Quillacollo suspendió la Feria de Alasitas por la pandemia la Covid-19, más de 2 mil comerciantes continúan asentados en vías del casco viejo para vender una variedad de productos en miniatura y otros artículos por la festividad de la Virgen de Urkupiña.