El mundo vive una sequía extrema y Bolivia no está exenta de sufrir este fenómeno. Casi 150 mil familias afectadas en el país son un reflejo cruel de este efecto climático. Solo en Cochabamba hay más de 30 mil familias afectadas y más de 20 hectáreas de cultivo dañadas. De los 47 municipios del departamento, 26 se declararon en emergencia y 4 dictaron desastre natural.