12 reces fueron creadas por científicos norteamericanos y japoneses sin el gen responsable de la enfermedad de las ´vacas locas´ & & & &
Agencias e Internet
Desactivando un gen de las vacas, científicos fabricaron reses transgénicas sin priones. Esto significa que estos animales son incapaces de contraer el "mal de las vacas locas", que hace una veintena de años arrojó sombras de sospecha sobre toda la industria de la carne.
En la sede de Hematech, subsidiaria estadunidense de la firma nipona Kirin Brewery, becerros sin priones han vivido sanos durante casi dos años, y aunque éstos nunca se convertirán en filetes, Hematech sólo quiere asegurarse que de grandes no puedan ser infectados. Esto les permitirá usarlos como "granjas" para cultivar en su sangre medicamentos humanos.
Hematech desarrolló ya una línea de vacas transgénicas y las usará para producir en masa anticuerpos policlonales. "Se espera que estos anticuerpos ayuden en el tratamiento de infecciones virales o bacterianas, en desórdenes autoinmunes y otras condiciones médicas que ocurren en seres humanos", dice la compañía.
Los priones
La historia empieza con una enfermedad llamada tembladera, que afecta a las ovejas y deja su cerebro parecido a una esponja. En 1982 Stanley Prusiner demostró que el agente causal era una partícula proteínica que no contiene información genética. Por sus trabajos en el descubrimiento de esta partícula, el prión, Prusiner ganó el Nobel de Medicina en 1997.
Los priones causan la tembladera en ovejas, otras afecciones neurológicas en alces y armiños, y en vacas la encefalopatía espongiforme bovina, mejor conocida como "enfermedad de las vacas locas". En humanos, causan la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (que tiene una variante esporádica y otra, llamada vCJD, causada por la ingesta de carne de res con priones).
Los priones todavía son poco conocidos, y se consideran agentes infecciosos de lo más extraño. La razón es que no contienen material genético. Entonces, ¿cómo es que pueden infectar?
Los priones existen en los cerebros de todas las vacas comunes. Como todas las proteínas, tienen una estructura tridimensional determinada. Por causas aún no conocidas, a veces un prión altera esta estructura y se pliega con una geometría distinta. Esto es suficiente para inducir en priones vecinos la adopción de la geometría anómala, precursora del mal mortal.
En su reporte que publicó Nature Biotechnology, los científicos de Hematech/Kirin, encabezados por Yoshimi Kuroiwa, cuentan que como parte de su esfuerzo por producir anticuerpos en reses, en 2004 crearon un sistema que les permite atacar un gen específico.
Usando este sistema de diana genética, los científicos cultivaron en laboratorio células bovinas y "noquearon" al gen que se encarga de la producción de priones. Luego usaron estas células para crear reses y encontraron satisfechos que los becerros carecían de priones.
¿Sobrevivirían esos becerros?
Debido a que los priones tienen alguna otra función, el misterio ahora se centra en cuan longeva pueda ser la vida de las reses creadas. Hasta el momento, los becerros sin priones han vivido normalmente casi dos años sin problemas. El semen de los machos, usado para impregnar hembras, ha producido embriones normales.
"Al desactivar el gen de las proteínas priónicas y producir becerros sanos, nuestro equipo demostró con éxito que la proteína priónica celular normal no es necesaria para el desarrollo normal y la supervivencia del ganado", dijo James M. Robl, presidente y científico principal de Hematech.
El reporte deja claro que las reses sin priones no se usarán para consumo humano (las reglas para ello son mucho más estrictas). Pero sí "podría ser una fuente preferida para una amplia variedad de derivados de bovinos usados ampliamente en biotecnología, como leche, gelatina, colágeno, suero y plasma", dice el estudio.
Además de su aplicación industrial (que Hematech recibirá feliz), este ganado sin priones servirá para estudiar las llamadas encefalopatías espongiformes transmisibles, enfermedades asociadas a priones mal doblados.
Priones y males
- La variante de enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (vCJD) apareció en Inglaterra en la década de 1980, tras aparecer los primeros hatos con el mal de las vacas locas.
- En condiciones normales, la vCJD afecta a una persona de cada millón, casi siempre personas mayores, porque tiene un periodo de incubación largo.
- Hasta el pasado noviembre se tenía el registro de 200 casos de vCJD. Prácticamente todos los casos fueron en Europa, y la mayoría (164) se dio en Inglaterra.