Estudio revela que el tiranosaurio rex no es como se ve en las películas
Con datos de DW, AP y agencias
Un estudio revelado ayer señala que el famoso tiranosaurio rex no es como sale en películas como Jurasic Park, sino que se ve muy diferente: con labios y más parecido a los lagartos actuales.
La revista Science reveló que el aspecto del dinosaurio habría sido muy diferente a lo que se imagina.
Según DW, los paleontólogos sugieren que el tiranosaurio rex y sus parientes no parecían cocodrilos, con dientes que sobresalen de sus fauces en todo su esplendor. Los dinosaurios tendrían labios y se parecían más bien a los lagartos actuales. Sin embargo, los resultados de los estudios son controvertidos y no convencen a todos los expertos.
Según Thomas Cullen, paleobiólogo de la Universidad de Auburn, las reconstrucciones realizadas por científicos en los años veinte y treinta mostraban al "T-rex"con carne sobre los dientes.
Pero las películas cambiaron esta imagen, creando a un dinosaurio con dientes grandes y sin labios.
"Eso se convirtió en... la percepción del público", dice Cullen. "Un terópodo grande, grande, con grandes cuchillos de carne saliendo de su boca".
Cullen y su equipo realizaron estudios en el cráneo y otras partes y llegaron a la conclusión que los dientes de los terópodos no eran demasiado grandes ni demasiado largos para sus cráneos, por lo que no había razón para que sobresaliesen de la boca.
Para estar realmente seguros, los investigadores analizaron el esmalte de los dientes. Compararon un trozo de diente de un terópodo daspletosaurus con el de un cocodrilo moderno. El diente de cocodrilo tenía una capa de esmalte mucho más fina en su parte externa (frente a la cara interna de los dientes que daría a la lengua) que el diente de dinosaurio, lo que sugiere que los dinosaurios probablemente tenían labios que protegían sus dientes.
Para una criatura como un cocodrilo, cuyos dientes sobresalen de su boca, la parte expuesta se desgasta rápidamente, "como si alguien hubiera llevado una lijadora al costado del diente", dijo otro autor del estudio, Mark Witton, paleoartista de la Universidad de Inglaterra. Portsmouth.
Pero cuando los investigadores analizaron un diente de un daspletosaurio (un pariente del T. rex), encontraron que estaba en buenas condiciones y no mostraba ese patrón de daño desigual.
Con esta evidencia y otras pistas de la anatomía de los dinosaurios, el estudio presenta argumentos para sustentar que los tiranosaurios tenían labios, indicó el paleontólogo de la Universidad de Maryland Thomas Holtz, que no participó en el estudio. Aun así, "no estamos hablando de labios carnosos", señaló, serían delgados y escamosos como los del dragón de Komodo.