Producción de ladrillos en el parque industrial necesita otra tecnología
La producción artesanal de ladrillos en el parque industrial Santiváñez podrá continuar si se realiza un cambio de tecnología y se cumplen con los requisitos para formar parte de este espacio, según el director de asuntos judiciales de la alcaldía de Cercado, Edwin Paredes.
Los productores de Champarrancho, San Joaquín y Cerro Blanco aún se resisten a reubicarse por la alta inversión que significará su traslado y la adquisición de nueva maquinaria. El Decreto municipal 019/2014 ordena la regularización de la producción de ladrillos por los altos índices de monóxido de carbono que producen al momento de las quemas, ocasionando un daño al medioambiente y a la salud.
La producción artesanal consiste en la fabricación de ladrillos macizos (sin huecos) a base de arcilla en hornos volcán, de los que escapan gases contaminantes. En el parque Santiváñez se deberá usar los hornos Hoffman o túnel, con cámaras cerradas y con emisiones mínimas de gases contaminantes; se trata de una producción mecanizada.
“En el parque Santiváñez se puede producir ladrillo artesanal, es falso lo que dicen que sólo es de tipo industrial. Lo que pasa es que el productor se está resistiendo porque no quiere invertir ni ponerse en regla”, manifestó Paredes.
Según la gerente del Parque Industrial Santiváñez, Guadalupe Balderrama, para que los productores puedan trasladarse deberán cumplir requisitos administrativos, legales y ambientales. “Deben ser empresas legalmente establecidas, con registro de comercio, un plan de inversiones y dar cumplimiento a normativas ambientales, sin generar ningún tipo de daño ambiental”, señaló.
Por su parte, el presidente de la asociación de ladrilleros, Felix Maita, sostuvo que para producir bajo los requerimientos del parque industrial Santiváñez se requiere 300 mil dólares sólo para adquirir los hornos Hoffman. Agregó que se sugirió utilizar el horno invertido, pero que éste no se adapta a las condiciones del parque.
La jefe del Departamento de Gestión Atmosférica de la Alcaldía, Jaqueline James, explicó que si bien la inversión será alta, los productores podrán optar por la formación de asociaciones para un horno y así reducir costos. Añadió que las empresas ladrilleras ubicadas en Santiváñez producen un millón de unidades al mes, mientras que los productores artesanales llegan a 150 mil al mes.
Los próximos días se planteará una reunión con gerencia del Parque Santiváñez para identificar medidas para que los productores puedan ser reubicados al sector, manteniendo su producción usual sin contaminar.
OPINIONES
La única alternativa es que cambien de tecnología y se trasladen, nosotros gestionaremos el traslado a Santiváñez". Edwin Paredes. Dir. Asuntos Judiciales
"Ellos pueden hacer todo tipo de producción de ladrillos en el parque Santiváñez, hasta de tipo artesanal". Jaqueline James. Jefe Dep. Gestión Atmosférica
"Nosotros estamos de acuerdo con formalizar las empresas, pero la inversión es inalcanzable". Felix Maita. Presidente Asociación de Ladrilleros
ANÁLISIS
Freddy Marquez. Especialista en cerámica
Se debe apostar por mayor inversión
Ahora que se tiene la oportunidad del traslado al parque Santiváñez, la apuesta de los productores de ladrillos debe ser el cambio de tecnología e inversión. Es cierto que los hornos Hoffman y de túnel son costosos y requieren de una gran inversión para la consolidación de plantas industriales, pero se posibilita la producción si se busca la consolidación de asociaciones de productores como socios capitalistas o inversores.
La sugerencia del horno Oti o invertido de los productores no cabe en un medio eficiente y no es económicamente viable. Lo que sucede es que el parque industrial Santiváñez cumple todas las instalaciones para ser una empresa grande, entonces el horno de tiro invertido es pequeño para ese tipo de producción. Por eso los costos se elevan. Las piezas y el tiempo que emplean en fabricar es largo para escasas cantidades.
Entonces, se debe pensar en una mayor inversión, pensando en tener una mejor producción y más ganancias. Además de no generar mayores gases contaminantes y daño medioambiental.