Familias desalojan sus casas ante el temor de un nuevo desborde
Temor, pánico e incertidumbre en Tiquipaya. Ante la persistente lluvia y el riesgo de un nuevo desborde, decenas de familias desalojan sus viviendas de forma voluntaria y buscan un lugar seguro para refugiarse.
En medio de la desesperación, sacan las pertenencias que pueden para abandonar el lugar, trabajan arduamente entre el lodo.
Las zonas de mayor evacuación son Chilimarca y Molle Molle (norte). La tarde de ayer, en una hora salieron tres camiones repletos con pertenencias rescatadas.
Elvira, madre de tres hijos, decidió abandonar su vivienda que está cerca del puente Taquiña, que el miércoles fue arrasado por la mazamorra, para resguardar la integridad de su familia. Parte del muro de su vivienda fue derribada por las piedras y lodo.
“Estoy yendo donde mi comadre, con toda mi familia. El agua continua llegando y cualquier rato va a rebalsar, lamentablemente vivimos cerca del río”.
También contó que no durmió nada la noche del martes por temor a réplicas de la avalancha de lodo.
Maritza acudió a la zona anegada con toda su familia para ayudar a evacuar a su hermano mayor, que vive en Chilimarca. La vivienda del afectado está llena del barro, recuperaron pocas pertenencias de en medio de la mazamorra. “Estamos apoyando a mi hermano, tal vez se vayan donde mi hermana mayor o donde mis papás; tenemos que seguir sacando las cosas porque continua lloviendo”, señaló.
Todos los testimonios son dolorosos, uno de ellos tal vez el más desgarrador es el que escuchamos de un pequeño de 10 años, quien en sus manos sostenía una bolsa con algunos juguetes. “Por qué hay esto, por qué estamos castigados. Mi mamá apenas ha sacado un saquillo, tengo miedo, mi casa está destrozada. Mis amigos están llorando”, lamentó entre lágrimas.
Al sector de Molle Molle y Chilimarca llegaron decenas de voluntarios, entre soldados, rescatistas y jóvenes de buen corazón, para colaborar en el rescate de las pertenencias de los damnificados.
Varios ciudadanos acudieron a colaborar a los tiquipayeños que atraviesan momentos de dolor y desesperación; pero también muchos jóvenes, incluso adultos, sólo llegaron al lugar para observar la tragedia de los afectados y perjudicar en los trabajos de rescate.
Ayer, ante la persistente lluvia, el carril norte de la avenida Ecológica se convirtió prácticamente en un río. En el lugar se observaban televisores destrozados, partes de muebles, ropa y mucha basura que fue arrastrada por el agua, que continúa descendiendo de las alturas. Un grupo de 10 personas intentaba direccionar el agua hacia los canales de desfogue.
OPINIONES
"Estoy yendo donde mi comadre, con toda mi familia. El agua continua llegando y cualquier rato va a rebalsar, lamentablemente vivimos cerca del río. Anoche no he dormido nada por miedo". Elvira. Damnificada
"Por qué hay esto, por qué pasa esto, por qué estamos castigados. Mi mamá apenas ha sacado un saquillo y yo esta bolsa de juguetes. Tengo miedo, mi casa está destrozada. Todos mis amigos del barrio están llorando". Niño Damnificado