Cadenas humanas colaboran en el rescate y evacuación de viviendas
La tragedia en Tiquipaya trajo consigo numerosas muestras de solidaridad. Ante la ausencia de las instituciones, mucha gente se dio cita en los lugares del desastre para hacer cadenas humanas o acudió a los lugares de acopio de víveres para dejar su aporte.
Desde tempranas horas, camionetas con jóvenes y adultos llegaron a la zona de la catástrofe. Utilizaban maderas y calaminas para poder establecer una cadena humana sobre la mazamorra y llegar hasta las viviendas enterradas en el lodo.
Varias pertenencias que fueron rescatadas se depositaron en camionetas para que se las lleven sus dueños. Sin embargo, rescatar personas con vida, que sigue siendo el objetivo principal, cada vez es más complicado.
“Hay que ayudar, porque hoy son ellos, pero mañana podemos ser nosotros. Tenemos que estar unidos, porque ya vemos que a ninguna autoridad le interesa venir a ayudar”, contó un voluntario, Marcelo Ruiz.
Agregó que toda su familia se volcó a ayudar de diferentes formas en cuanto supieron de la noticia. Viven en Cercado, pero su mamá y su hermano menor hicieron sándwiches para repartir entre la gente. Mientras, su padre y él tomaron sus botas de agua y salieron a ayudar.
La lluvia y el cambio del cauce del río, por trabajos sin coordinación, obligaron a abandonar los trabajos de rescate por varias horas en la mañana. En la tarde, la labor se complicó aún más porque la lluvia no cesó.
Por otro lado, llegado el mediodía, se observó a grupos de religiosas y personas particulares repartiendo pan, plátanos y agua a todas las personas que trabajaban en el lugar. También había camionetas con ollas de comida que se entregaban a quienes lo necesitaban.
Otra muestra de solidaridad se vio en los diferentes puntos de acopio de víveres para los damnificados. La gente llegaba con alimentos y otro tipo de productos.
Uno de los puntos habilitados es el edificio Los Tiempos, que recibe durante todo el día comida y ropa para llevarla a los centros de acogida y los damnificados. Asimismo, existen otros espacios como la Gobernación, el Arzobispado, los Scouts, la Universidad Mayor de San Simón, entre otros.
Según la gente del lugar y autoridades, lo que más se necesita son herramientas como picotas, palas, cuerdas y linternas. Asimismo, alimentos secos, pañales, ropa interior y agua potable.
Mascotas
Sin embargo, no sólo las personas se encuentran sufriendo por esta tragedia, sino también los animales. Es común encontrar en las calles a perros deambulando completamente embarrados. En tanto, otros son rescatados, pues quedan atrapados en medio del lodo.
Algunos rebuscan entre la mazamorra el lugar donde antes se encontraba su casa. Mientras, se observa que tiemblan por miedo.
Por este motivo, también se generó un albergue para estos animales en la unidad educativa Mariscal Santa Cruz. La gente que desee ayudar puede llevar frazadas y alimento, tanto para perros como para gatos, que también son rescatados.
De igual modo, otras personas deciden ir hasta el lugar del desastre para dejar comida y agua para los perros que no demoran en acercarse.
El edificio de Los Tiempos es uno de los puntos donde la gente puede dejar aportes para las víctimas
VECINOS PIDEN MÁS HERRAMIENTAS
La labor de rescate ya es bastante complicada por la situación del lodo y las condiciones climáticas, pero tampoco se tienen las herramientas necesarias. Es constante escuchar en las cadenas humanas los pedidos de combos, serruchos, linternas y picotas, principalmente.
Mucha gente saca de sus viviendas lo que tiene para prestarlo, mientras otros van a buscar en ferreterías. Por este motivo, tanto la gente en el lugar como las autoridades piden que se apoye con estos elementos. Además, bolsas con arena, botas de agua y ponchillos de plástico para la lluvia.