Obras de Quintanilla dejan de lado la seguridad, al ciclista y al peatón
Las obras del corredor vehicular Quintanilla están dejando de lado la seguridad y la importancia del peatón y del ciclista. A esto se suma el caos vehicular en las vías aledañas, luego del cierre de la intersección de las avenidas Oquendo y Ramón Rivero.
La población expresó su molestia, pues quienes caminan de norte a sur no pueden hacer su cambio de acera al este u oeste sin tener que bordear las cuatro cuadras de cierre, pero esto implica tener que cruzar por la plaza Quintanilla o el puente Recoleta, que son un riesgo para los peatones, especialmente por las noches.
A esto se suma que en horas de la noche no se cuenta con la iluminación suficiente, pues se disminuyó el alumbrado público. Esto generó algunos robos por parte de delincuentes que aprovechan la falta de visibilidad por las calaminas que bordean la obra.
“Uno tiene que caminar prácticamente con miedo y mirando alrededor. Mejor si se va acompañado, pero no es garantía. Pedimos patrullajes, pero también más luz. Eso ayudaría mucho”, indicó una vecina, Elena Soria.
El secretario de Infraestructura, Carlos Abasto, señaló que se realizarán mejoras en la iluminación.
Desvíos y avance
Por otro lado, también generó molestia el caos vehicular en las calles aledañas a la obra. En horas pico se puede demorar hasta más de 20 minutos sólo en atravesar la zona de la obra, ya sea de este a oeste o viceversa.
Quienes deseen circular de este a oeste o viceversa deberá hacerlo por la avenida 23 de Marzo, informó el jefe de Tráfico y Vialidad, René Barragán. Aunque algunas personas manifestaron que también está con bastante caos vehicular.
Mientras que para transitar de sur a norte se tendrán dos direcciones: una de ellas es por la avenida Oquendo hacia La Recoleta (habilitada en doble sentido). La otra es por la calle Ismael Vásquez hacia la 23 de Marzo, agregó. (Ver infografía).
Antes del inicio de las obras del corredor se estimaba que un promedio de 2 mil vehículos transitaban por la intersección de las avenidas Oquendo y Ramón Rivero. Sin embargo, este tráfico ahora se redistribuyó por la avenida Papa Paulo y la calle Ismael Vásquez, que son las más afectadas.
Se estima que la vía esté cerrada alrededor de seis meses. Por el momento, el sector con más avance en los trabajos es el que se encuentra en la plaza Quintanilla. Se está preparando el terreno para hacer la instalación de los micropilotes la siguiente semana, según cronograma.
Luego, se procederá con la construcción de muros y la excavación del túnel. Un trabajo similar se realiza en el sector del Cine Center, pero con menor avance. No obstante, para unir ambos trechos era necesario cerrar la intersección y comenzar con la perforación en este sector, informó Abasto.
La obra cuenta con un 10 por ciento de avance y la Alcaldía pide a la empresa constructora Impesapi- POC que ejecute los trabajos con la mayor celeridad posible.
Aún falta empezar los trabajos para la construcción del puente que conectará el corredor con la avenida Melchor Urquidi. Abasto manifestó que esto todavía va a demorar algunos meses más y aún no está programado.
La obra del corredor tiene un costo de 97,2 millones de bolivianos. Comenzó a construirse a finales de noviembre de 2017 y tendrá una duración de poco más de dos años.
El proyecto consiste en un túnel que descenderá en el colegio Don Bosco, bordeará la plaza Quintanilla de manera subterránea y volverá a ascender por el monumento a Eduardo Abaroa para continuar por un puente sobre el río Rocha hasta la avenida Melchor Urquidi.
SUMAN TRES LOS ÁRBOLES QUE CAYERON POR OBRAS
Las obras de construcción del corredor Quintanilla ocasionaron la caída de dos árboles en la avenida Ramón Rivero por inmediaciones del Cine Center. Con esto llegan a tres las plantas que se sacaron para este proyecto.
El incidente ocurrió ayer en horas de la mañana. Un equipo jaló dos árboles en perfecto estado hasta hacerlos caer. Los obreros intentaron impedir que las cámaras de Los Tiempos graben el hecho.
Al inicio de la obra, autoridades municipales señalaron que no se afectaría ninguna especie. Sin embargo, el pasado 19 de diciembre se registró la caída de un jacarandá en la plaza Quintanilla. Además, otros cuatro árboles en ese mismo sector tienen refuerzos porque han sido afectados debido a la excavación del túnel.
Los Tiempos intentó comunicarse con un representante de la empresa para consultar las medidas de mitigación, cuántos árboles más se retirarán y qué se hará con los que ya se sacaron.
Sin embargo, el representante solicitó “paciencia para declarar”. Indicó que existe predisposición de aclarar a la población, pero aún debe recibir la autorización para brindar información a los medios.
En redes sociales, la gente expresó que los árboles se podían trasladar a otro lugar y rechazaron la tala.