La Policía gasifica a vecinos tras quema de carpas y libros
Una protesta en contra de la ampliación de la planta de tratamiento de aguas residuales de Albarrancho acabó ayer con la gasificación de los manifestantes, tras que un grupo quemara las carpas de los seguidores del alcalde José María Leyes, que desde hace un mes están frente al municipio recolectando firmas de apoyo.
Los manifestantes llegaron a la plaza por una convocatoria de la Federación de Juntas Vecinales. También se sumó la Central de Trabajadores Campesinos, la Coordinadora del Medio Ambiente, Villa 1 de Mayo y otros barrios cercanos a la planta.
Los afectados con la contaminación de la planta llevaron botellas con el agua negra que sale de las lagunas de oxidación hacia el río Tamborada, que luego se junta al Rocha. Algunas mujeres echaron el líquido afuera de la sede municipal y exigieron un diálogo con la Alcaldesa suplente. Otro grupo de vecinos se quedó frente a la Gobernación.
Después del mediodía, los manifestantes arrancaron los carteles y pasacalles de apoyo al Alcalde. Luego, quemaron las carpas de la gente que hace vigilia para pedir la libertad de Leyes con detención domiciliaria desde el 21 de abril por el caso mochilas.
Ante la quema y que impidieron el paso al carro bombero, la Policía gasificó a los manifestantes.
“Hemos hablado, les pedimos que no causen destrozos aun así no hicieron caso y quemaron las carpas, luego amenazaron con quemar la Alcaldía”, informó el subcomandante la Policía, Raúl Grandy.
El enfrentamiento se extendió hasta la avenida Heroínas, 25 de Mayo y San Martín.
“Estamos movilizados por los malos proyectos, supuestamente, van a hacer ampliación de cuatro lagunas, eso no nos beneficia. Es una planta de contaminación, vayan a ver en qué estado vivimos”, cuestionó el presidente del comité de salud de Albarrancho, Ramiro Ticacolque.
El dirigente Pedro Luna lamentó que no hayan sido atendidos por las autoridades. “Nos vemos obligados a tomar acciones drásticas por la incapacidad de las autoridades”, cuestionó.
PLANTA DE TRATAMIENTO PUEDE PERDER FONDOS
La concejal Celima Torrico (MAS) informó que el municipio corre el riesgo de perder el financiamiento de 87,2 millones de bolivianos para la ampliación y mejoramiento de la planta de tratamiento de Albarrancho, porque la Alcaldía, a través de Semapa, aún no ha contratado a la supervisión.
Añadió que el Viceministerio de Medio Ambiente envió una nota en la que dice “que si no se hace la socialización y se hacen otros trabajos se tiende a perder el financiamiento”. Por otro lado, es necesario resolver el conflicto con los vecinos que piden la socialización.
SEGUIDORES DE LEYES IMPLICAN A CONCEJALES
Los simpatizantes del alcalde José María Leyes, con detención domiciliaria por el caso mochilas, denunciaron a los concejales del MAS de haber planificado la quema de las carpas, libros, pasacalles y carteles que tenían en la plaza 14 de Septiembre.
“Han venido de la marcha directamente a amenazarnos con quemarnos, nosotros estábamos en las carpas y nos han empezado a jalonear y les hemos pedido que no nos hagan daño”, dijo una de las simpatizantes.
Las personas que se encontraban en las carpas frente a la Alcaldía apuntaron a los concejales Sergio Rodríguez y Rocío Molina de comandar esta agresión. “Nos han rodeado, hemos tratado de refugiarnos y escapar porque por lo visto nos querían quemar, sólo nos quedó escapar”, dijo otro simpatizante.
“VIKINGO” NIEGA HABER PLANEADO LA QUEMA
El concejal Sergio Rodríguez (MAS) manifestó que los responsables de haber desencadenado el conflicto de Albarrancho son la alcaldesa suplente, Karen Suárez, y el gerente de Semapa, Joaquín Antezana.
“Son ellos los que no asisten a las reuniones con los pobladores, esto ocasionó molestia en los vecinos”, expresó Rodríguez.
La autoridad negó haber participado o articulado la quema de carpas de los simpatizantes de Leyes. “Es una vergüenza que de todo le quieran echar la culpa al Vikingo, yo no tengo nada que ver con ese tema”, dijo.
Dirigentes de las OTB movilizadas, entre ellas 1 de Mayo, solicitaron reunirse con la alcaldesa Karen Suárez, pero no fueron atendidos, por lo que decidieron replegarse a la planta, después del mediodía.