Horneros, belleza y encanto: Aves siguen haciendo sus nidos en los pocos árboles que quedan
A pesar del crecimiento urbano, aún es posible ver en Cochabamba una diversidad de nidos que se construyen en los postes de energía eléctrica, árboles, ventanas y otros sitios, pero está claro que prefieren las plantas nativas: molles y jacarandás, dos especies que en el pasado abundaban y que cada vez son más escasas.
Los nidos de los horneros están entre los más vistosos y artísticos. El hornero (Furnarius rufus) es un ave mediana que se distingue por su habilidad para construir un nido de barro junto a su pareja. Es habitual ver pequeños hornos, elaborados con ramas, raíces, barro y heces de animales, en las ramas más altas de los árboles.
Los horneros viven en pareja. Se adaptan fácilmente a la ciudad y no se incomodan por vivir entre la gente. Lo único que buscan es un sitio estable para hacer su hornito, explicó el ornitólogo Dennis Camacho.
Esta ave está en toda Sudamérica y se distingue por el nido laborioso que construye.
En la Universidad Mayor de San Simón se pueden encontrar, incluso, dos nidos de hornero por molle. La actividad es como la de una familia. Las aves adultas salen a buscar alimentos, como gusanos e invertebrados, para alimentar a sus pichones, agregó.
Otro espacio para apreciar los horneros son las ventanas del sector este del edificio de Mecánica, en la facultad de Ciencia y Tecnología. Hay hasta cuatro nidos.
“Buscan construir los nidos en un lugar donde puedan tener más tiempo de exposición al sol y que el hornero se mantenga caliente. Esto ayuda a la incubación de los huevos”, manifestó el profesional.
Asimismo, algunos molles del parque Fidel Anze son un refugio para estas aves, que desde muy temprano salen a buscar comida. Lo mismo ocurre con los jacarandás del jardín botánico Martín Cárdenas. Casi en cada árbol se puede hallar un hornero.
“Buscan un lugar donde los depredadores no puedan llegar con facilidad. El hornero es la especie que se adaptó con mucha facilidad, porque incluso anida en postes”, resaltó Camacho.
En efecto, se pueden ver varios horneros en postes de luz y semáforos en la av. Humboldt. Algunos aparentan estar abandonados, en otros hay parejas de horneros.
El especialista explicó que la reducción de vegetación nativa supone que los horneros y las aves en general tienen menos espacios para anidar.
A esto se suman las aves introducidas como las palomas europeas les que quitan espacio a las aves nativas en los parques y plazas.
Los nidos de los horneros suelen deshacerse con la lluvia, pero estas aves no dudan en volver a construirlo y trabajan en pareja para lograrlo.
UNA
pareja de horneros realiza la construcción de su nido. Cada uno recolecta lo necesario y lo amolda para su hogar.