Vecinos talan árboles que “estorban” y prefieren reemplazarlos por ficus
Vecinos de varias zonas sacan árboles frondosos como paraísos y jacarandás, porque los consideran un “estorbo” para reemplazarlos por ficus, especialmente el Ficus benjamín, explicó ayer la jefa de la Unidad Forestal del municipio, Sofía Vexina.
Un ejemplo de esta tendencia en la ciudad es el intentó de tala de un paraíso, de ocho metros de alto y 40 centímetros de diámetro, en la zona norte para habilitar un garaje para una construcción.
La jefatura Forestal de la Alcaldía de Cochabamba acudió hasta la avenida Juana Azurduy, donde se registró la mutilación y dejó una citación para el infractor.
“Ya vinimos ayer (por el lunes). Ahora se está reiterando para que se presenten a pagar la sanción. Si no aparece se iniciará el proceso que corresponde (...) El árbol no está muerto, podrá rebrotar”, explicó la jefa de unidad.
Desde que se promulgó la Ley del Arbolado, en septiembre de 2018, se ha sancionado a 17 personas por daños leves a los árboles y talas. Además, cada día se reciben 12 solicitudes de poda o tala.
“No hay una especie que sea la más talada. Si el árbol representa un estorbo para la persona, su vivienda, construcción o negocio, lo derriban sin importar si es especie nativa o exótica”, dijo Vexina.
Añadió que después de talar un árbol frondoso, el vecino opta por dos vías: reponer con un ficus o cementar el espacio. Según la funcionaria el problema pasa porque esta especie no es nativa, lo que a la larga genera dificultades.
“Es una especie prohibida por ley, pero ya hay demasiados que no queda otra opción que manejarlos. La gente los prefiere, porque prenden rápido, siempre están verdes y se les puede hacer formas, pero lo que no sabe es que son de porte grande y crecen de pronto”, agregó Vexina.
El Ficus benjamín es oriundo de China y se ha estado introduciendo en países como Argentina y Colombia, según notas periodísticas. Sin embargo, han comenzado a reemplazarlos debido a que son árboles que consumen mucha agua y atraen a la “mosca blanca”, una plaga, que puede matar a las plantas.
En la zona sur, en la avenida Guayacán, se puede observar cuadras enteras sólo con ficus. Las plantas resaltan, además, porque están podadas con figuras como perros, patos, hongos y otras.
En muy pocos casos se ha dejado crecer a los árboles con normalidad, por lo que casi no hay sombra en el lugar. El municipio perdió el 50 por ciento de su cobertura vegetal en los últimos 20 años.
MUNICIPIO MULTA SEGÚN NORMAS
Las multas que se cobran por daños a los árboles oscilan entre los 500 a 10 mil bolivianos. Todo depende de la magnitud y la especie, explicó la jefa de la Unidad Forestal del municipio, Sofía Vexina.
En el caso del paraíso mutilado el lunes, la multa podría oscilar entre los 5 mil a 6 mil bolivianos. En el municipio, desde la gestión 2018, el manejo de los árboles está regulado por la Ley del Arbolado y su reglamento.