Sargentos de la Policía denuncian por torturas a cinco instructores
Un grupo de sargentos de la Policía denunció a cinco instructores (un capitán, dos tenientes y dos sargentos) por torturas en el Centro de Formación Técnico Superior (Cefotes), donde los uniformados acuden para cursos de formación superior pregrado. Según la denuncia, los subalternos policiales son sometidos a diferentes vejámenes desde febrero pasado.
Uso indiscriminado de gases lacrimógenos, sesiones de ejercicio extenuante y maltrato físico y psicológico son algunos hechos que denuncian los uniformados. “Nosotros queremos que respeten nuestra antigüedad y que no vulneren nuestros derechos”, manifestaron.
Las víctimas contaron que los instructores no respetan ni las bajas médicas de los sargentos. “No respetan ni a una mujer que tuvo cesárea. Una vez tuvimos que trasladar a uno de los camaradas a la Caja Nacional de Salud (CNS) porque ya no soportó”, relatan.
Piden informes
El delegado del Defensor del Pueblo, Nelson Cox, informó que, ni bien tuvo conocimiento de estas irregularidades, solicitó informes al Comando Departamental y al responsable del Cefotes.
“Los denunciantes refieren puntualmente que reciben maltratos físicos y psicológicos de manera abusiva y exagerada. Los cuestionados instructores aprovechan la ausencia del director para cometer estos excesos”, contó el representante.
Se prevé que en próximos días se tome declaraciones de las víctimas, cuyos nombres se manejan en reserva por temor al amedrentamiento que puedan sufrir.
“Usan granadas de gas para apurar a los policías durante su instrucción. Así estén en el río, trotando o haciendo cualquier ejercicio físico, activan las granadas de gas”, dijo Cox.
Contó que dos sargentos segundos, por denunciar estos excesos, tuvieron que abandonar el curso porque eran amenazados y amedrentados. “Si un policía está declarando, no sé cómo, los otros se enteran. Es la complicación que tenemos. De ahí, la reserva de identidad de los denunciantes”, dijo el delegado defensorial.
Por medio del Comando Departamental de la Policía, la Defensoría solicitó al director y a los cinco instructores denunciados enviar informes respecto a esta irregularidad.
¿Parte de la currícula?
En los informes, los instructores justifican su accionar señalando que “es parte de la currícula” y que la finalidad de estos cursos es que los policías estén preparados para resistirlo.
“Estamos revisando toda la documentación que nos enviaron para verificar si en realidad se encuentra en la currícula”, finalizó el representante del Defensor.
“Nosotros queremos que respeten nuestra antigüedad y no vulneren nuestros derechos”
SEGUNDO CASO ATENDIDO EN EL AÑO
En lo que va del año, la Delegación Defensorial de Cochabamba recibió dos denuncias por violencia física y psicológica dentro la institución policial.
El primero se registró en la Facultad Técnica Policial Superior en Ciencias Policiales de Música (Fatescipolmus), donde un instructor habría refregado en la frente de siete estudiantes el scratch de sus marbetes, ocasionándoles escoriaciones (rasmilladuras).
El Defensor hará un seguimiento a las acciones que asuma el Comando de la Policía para que estos hechos no se repitan, y al contrario, se implementen correctivos cualitativos dentro las escuelas de formación policial, aseguró Cox.