Joven con discapacidad, víctima de violación y con VIH lucha por su bebé
Una niña en el cuerpo de una mujer. Octavina Flores sólo sonríe y dice algunas palabras en quechua. Pese a tener 29 años, le costó asimilar que la bebé de dos meses que está junto a ella es suya y que creció dentro su cuerpo producto de una violación. De lo que aún no se da cuenta, por su discapacidad física y mental grave, es que tiene una enfermedad incurable producto de otra violación.
Octavina, su bebé, su madre Dominga, su padre y sus dos hermanos de 12 y 14 años habitan una pequeña casa con techo de paja en la localidad de Llink’u, ubicada a tres kilómetros del pueblo de Sipe Sipe, casi en las faldas del cerro. Hace tres años vivían en Independencia, donde nació, pero es ahí donde fue violentada sexualmente por primera vez y donde contrajo el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), situación que obligó a su familia a mudarse.
Dominga asegura que llegó a Sipe Sipe para que su hija reciba tratamiento y atención médica para su enfermedad. “El doctor dice que no se va a sanar, ¿cómo será? Hasta que muera tiene que tomar esos medicamentos”, dice con incertidumbre.
Sin embargo, hace 11 meses Octavina sufrió otra violación cuando estaba sola en su casa. Pese a la denuncia ante la Policía, la investigación no avanzó debido a que ella no puede comunicarse y dar mayores datos de la agresión. Sin embargo, las unidades especializadas del municipio la apoyaron durante su embarazo.
Octavina gatea para dirigirse del patio al dormitorio, lentamente arrastra los pies y sus manos guían sus pasos, una después de otra. En cuanto llega a la cama, sonríe a su hija y la observa con dulzura. “Le ha costado aceptar que es su hijita”, cuenta Dominga, a tiempo de aclarar que el embarazo fue una etapa muy confusa para ella.
La madre de Octavina dice que tiene un tumor en el estómago, y su esposo tiene problemas de salud que le impediden trabajar. Dominga, de vez en cuando, logra ganar 15 bolivianos por lavar ropa, y este monto consiste en el único ingreso para mantener a una familia de seis integrantes.
La bebé, vestida de rosa, diminuta y delgada, aún no tiene un nombre, porque la notaria —según su abuela— le ha pedido 40 bolivianos para el certificado de nacimiento, dinero que no tenía. “En el hospital han dicho que se llame María”, cuenta, recordando como la nombraron las enfermeras, pero “otra señora que nos ha traído ayuda dijo que se llame Saraí”.
Octavina debe trasladarse cada mes al hospital Viedma para recoger sus medicamentos y continuar con el control médico. “Hay que llevarla cargando hasta el río”, relata su madre, para después tener que “llevarla en taxi” hasta la ciudad o hasta el hospital de Sipe Sipe.
Necesita leche
La bebé yace en su cama sobre una manta rosa. Mientras la abuela responde las preguntas de la periodista, le da su biberón y, en cuestión de minutos, se acaba la leche. La menor estuvo tres semanas en incubadora, pero desde que nació se alimenta con leche de fórmula, ya que su madre no puede darle de lactar por su enfermedad.
“Es caro y se acaba rápido”, dice Dominga. En la cocina, una olla que hervía anunciaba la hora de la comida. “Estábamos picando zapallo para hacer sopa” cuenta Dominga, mostrando alimentos que algunos vecinos compartieron con ella.
La Defensoría quiso quitarles a la niña para trasladarla a un hogar, ya que Octavina y su familia no tenían las condiciones para sustentarla. “Yo no tenía nadita, las señoras que vinieron me regalaron las camas, ropa, por eso no me han quitado”, explica Dominga.
2 meses de nacida. Octavina dio a luz mediante cesárea en el hospital Viedma el pasado 8 de marzo.
RECOLECTAN AYUDA PARA LA BEBÉ
Algunas vecinas crearon grupos en redes sociales para recolectar ayuda, sobre todo leche Nutrilón y pañales. “Anteriormente pedí ayuda y gracias a Dios que puso personas de muy buen corazón que le donaron muchas cosas”, indicó Carla, una de las vecinas, en una de las publicaciones.
La gente que quiera colaborar puede dejar su donación en la avenida Ayacucho entre Heroínas y General Achá, piso 1, tienda número 7, de 12:00 a 18:00. También se puede comunicar mediante el número de WhatsApp 79384241.