Incendios destruyeron 2.500 ha de vegetación y no hay ninguna sanción
En lo que va del año al menos 38 incendios destruyeron 2.500 hectáreas de vegetación en todo el departamento, según la secretaria de la Madre Tierra de la Gobernación, Maricela Rodríguez.
Sin embargo, pese a que las quemas afectaron la diversidad de flora y fauna en diferentes municipios, en ningún caso se sancionó penalmente a los infractores.
“Vamos haciendo un conteo minucioso para ver en qué meses se registraron más incendios. De momento nos estamos enfocando en reforzar nuestro plan de contingencia a través de la capacitación a los brigadistas”, remarcó.
Rodríguez ratificó que el último incendio de magnitud en el que se coadyuvó en tareas de sofocación fue el que ocurrió en la localidad de Melga en Sacaba. El fuego daño 730 hectáreas de pajonales y árboles nativos.
“Posterior a este incendio se ha estado realizando trabajos de enfriamiento, eso lo hizo directamente la Alcaldía. Nosotros hemos estado en constante coordinación, el fin de semana no se reactivó el fuego, lo que sí existía era material pesado en la zona porque todavía había humareda”, acotó.
Respecto a las causas, la Secretaría de la Madre Tierra afirmó que se inició una investigación tras el deceso de una bombera voluntario en tareas de sofocación.
Por su parte, el responsable de Unidad de Gestión de Riesgos de la Alcaldía, Johnny Corrales, precisó que en esta gestión el municipio sofocó 27 incendios que afectaron aproximadamente 114 hectáreas de vegetación.
Puntualizó que en algunos casos se presume que los responsables son agricultores que chaqueaban.
Buscan ampliar área urbana
El representante del Comité Socio Ambiental (Cosac), Jaime Ponce, señaló ayer que en la región de los valles se provocan incendios con el propósito de ampliar la mancha urbana.
“En menor cantidad es para la habilitación de tierras agrícolas y por la falta de capacitación del chaqueo controlado. En el caso del Parque Nacional Tunari los incendios se utilizan para loteamientos”, enfatizó.
Ponce mencionó que en el trópico de Cochabamba se detectó que las quemas se inician generalmente para ampliar la superficie de tierra para cultivar coca, por lo que los municipios y la Gobernación deben adecuar sus planes.