“Viejo Calavera”, para vivir la realidad minera
Kiro Russo, Gilmar Gonzales, Julio César Ticona y Rolando Patzi estuvieron anoche en Cochabamba para hablar de la película boliviana “Viejo Calavera” con los 40 espectadores que asistieron a la función de las 18:30 en el Cine Center.
“Prácticamente el lenguaje es natural y a diario lo vivimos. No hablamos eso en la casa, sólo en la mina que es como nuestro segundo hogar”, dijo Rolando Patzi sobre el lenguaje crudo y las malas palabras que abundan en los diálogos, pero que de ningún modo resultan chocantes para el espectador.
Patzi trabaja como minero en Huanuni hace 16 años y se embarcó en el proyecto de Socavóncine con la intensión de que los bolivianos puedan conocer la realidad actual de este importante sector de la economía nacional.
En esa línea, Rolando también valoró que la historia que se narra en el film y los diálogos hayan sido construidos por los propios trabajadores del Sindicato de Mineros de Huanuni, en base a las ideas y temas propuestos por Kiro Russo.
Rolando, uno de los jóvenes protagonistas del primer largometraje del director Kiro Russo, también habló de lo costoso, trabajoso y riesgoso que es hacer cine en Bolivia y pidió, en ese sentido, apoyar esta producción asistiendo al cine y recomendando la película a cuantas personas se pueda.
Durante su corta intervención, Julio César Ticona, el actor principal del film y que encarna a Elmer Mamani, un joven rebelde que se resiste a seguir los pasos de su padre y que fácilmente podría representar al grueso de la población boliviana, dijo: “No tengo muchas palabras. Gracias por el apoyo al cine”.
Russo, Gonzales, Ticona y Patzi, estarán hoy en Santa Cruz para desarrollar la misma dinámica con los espectadores de “Viejo Calavera”.
Cine en la oscuridad
En el diálogo entre el público y los protagonistas del film, uno de los espectadores cuestionó la ausencia de la imagen del Tío de la Mina. Kiro Russo argumentó que esa imagen fue ampliamente explotada en el cortometraje “Juku” y que “Viejo Calavera” responde a su necesidad —a raíz de sus vivencias en las minas— de hacer “cine en la oscuridad”.
Además de querer producir un film que explote un tema boliviano como es la minería, Russo destaca de su producción la distancia generacional entre los viejos mineros y los jóvenes, y la manera en la que se cuestiona la ancestral herencia de que los hijos de mineros deben ocupar el lugar de sus padres, aunque ese no sea precisamente su deseo.
Kiro Russo también pidió a los asistentes recomendar la película e incentivar el apoyo al cine nacional.