Una carretera a Beni amigable con el medioambiente es posible
Francisco Javier Bellot Montalvo fue posesionado el jueves de la semana pasada como nuevo presidente de la Federación de Entidades Empresariales de Cochabamba (FEPC) en un acto en el que, de mucho tiempo, estuvo presente el primer mandatario, Evo Morales. Sin embargo, Bellot, que preside la Cámara de Minería desde 2002, ya había tomado el timón de la FEPC hace mes y medio.
En esta entrevista, indica que hay muchos sectores de la empresa privada cochabambina (incluyendo el suyo) que han sido descuidados por gestiones anteriores. Además, reconoce que hay un sector anquilosado en viejos esquemas, por lo que él se considera a sí mismo como parte de una nueva generación. Pese a ello, niega que haya divisiones entre los empresarios.
En cuanto a su visión de desarrollo departamental, Bellot considera vital la integración vial del departamento, lo que incluye la polémica carretera a Beni, eso sí, según explica, “de manera amigable con el medio ambiente”.
También percibe apertura del Gobierno, con el que quiere trabajar sin que ello lo convierta en masista.
—¿Cómo encontró la FEPC tras su asunción?
—Encuentro que toda actividad que se realizaba era más expectante que proactiva, y eso de alguna forma hizo que la Federación tenga bajo desempeño en el último tiempo, pero se entiende porque la coyuntura no era la adecuada.
—¿Cuáles son sus desafíos?
—Tenemos que alcanzar que la Federación cumpla el rol que siempre tuvo; contribuir con iniciativas destinadas a promover el crecimiento económico y el desarrollo integral de la región.
—¿Qué sectores empresariales necesitan más apoyo?
—Sector productivo. Cadepia (pequeña industria), el sector avícola, restaurantes, sector gastronómico, transporte…
—¿No fueron apoyados en las gestiones anteriores?
—Yo le pregunto a usted como periodista si alguna vez escuchó hablar de agricultura entre los empresarios, o de Cadepia, minería, el sector avícola o del gastronómico. Eso demuestra que lo que tenemos que hacer es salir más allá de nuestros esquemas mentales.
—¿Y usted integra esa nueva generación empresarial que romperá esquemas?
—Pienso que sí. Cochabamba necesita generar nuevos criterios y debemos ir más allá de los paradigmas. Ser más audaces y vernos como cochabambinos en nuestra verdadera realidad, y saber reconocer lo bueno que hacemos y criticarnos menos.
—Habla de sectores descuidados y de una nueva generación empresarial, ¿hay divisiones en el empresariado cochabambino?
—No, eso es sólo resultado de procesos electorales. En esto, siempre habrá ganadores y perdedores, pero a la hora de la verdad, los empresarios tenemos objetivos comunes.
—Y a nivel nacional, ¿no está postergado al empresariado cochabambino?
—Vuelvo a decirlo: hemos sido muy expectantes. Nos faltó audacia, y eso implica tocar temas urticantes, como el plan vial para Cochabamba.
—En materia de desarrollo departamental, ¿dónde debería apuntar la FEPC?
—Cochabamba tiene cuatro vocaciones productivas: manufactura de exportación, turismo de salud y de educación, minería e hidrocarburos y finalmente el fortalecimiento del sector agropecuario, pero también tiene una cualidad geoestratégica. Debería ser un centro articulador, tiene muchas ventajas comparativas para que se puedan generar centros logísticos importantes sistemas de distribución de carga, y, lo más importante, desarrollar industria manufacturera con mucha intensidad. Nuestra equidistancia con el resto del país nos debería permitir estos aspectos. Uno de los más importantes: la articulación vial, y no sólo carreteras, sino también aérea, fluvial, ferroviaria.
—En su discurso de posesión, usted retomó una demanda muy polémica: la carretera Cochabamba-Beni “amigable con el medio ambiente”. ¿A qué se refería?
—Había muchos sectores que se opusieron a la carretera por el Tipnis. Creo que en el diseño no hubo la capacidad de ser altamente creativos. Una carretera puede ser diseñada sin que se afecte al entorno ambiental. Hoy por hoy, la carretera se va abriendo en forma irregular con los chaqueos. No hay ejercicio real del control ambiental. Cuando hablamos de “amigable con el medio ambiente”, hay que ver experiencias de otros países, como México, que tienen carreteras que atraviesan parques ecológicos y reservas, sin afectar al medio ambiente. Al contrario, son parte del atractivo turístico. En Bolivia no deberíamos estar al margen de eso. Bolivia necesita integrarse al norte. Es inevitable por soberanía y porque hay un potencial importante que no aprovechamos: la explotación de la castaña o la ganadería, que por cierto debería ser parte de un intercambio mucho más activo entre Beni y el resto del país.
—La carretera a Beni fue siempre una demanda regional, pero tras el conflicto por el Tipnis, muchas organizaciones se opusieron a ella o prefirieron callar. Los empresarios privados en este caso. ¿Cómo es que usted vuelve a tocar el tema?
—Vuelvo a decirlo: tiene que ser una carretera amigable con el medio ambiente. Debemos tener la capacidad de entender que todo es posible en tanto uno cumpla con las normativas y alcanzar resultados importantes. Si bien es cierto que los empresarios privados no tomaron una postura decidida en este tema, nosotros como Comité Ejecutivo lo hemos planteado en nuestro plan de trabajo y es parte esencial de lo que debemos lograr como región. Lamentablemente, hubo posiciones distintas, pero hubo un sector empresarial que sí se manifestó a favor de la carretera: los sectores productivos: minería, industria, avicultores, comercio y exportadores, y no porque éramos locos, sino porque era una demanda histórica, pero en ese momento se politizó el proyecto y nunca debió haber sido así.
—¿Cuáles son los otros potenciales como región?
—La integración también debe ser con el sur, con rutas directas hacia Potosí y Sucre. Tenemos que poner una mirada incluso a Tarija. Hemos visto también con mucha preocupación que hay un aeropuerto en Chimoré, y queremos que ese aeropuerto genere oportunidades para nuestra región. Es imposible que sea una terminal aérea de pasajeros, pero puede serlo de carga. También debemos garantizar que pase por Cochabamba el tren bioceánico y la carretera bioceánica.
—Estas y otras demandas, usted las expuso en su posesión, pero el Presidente pidió mirar más allá del Parque Santiváñez. ¿Es esto un rechazo a las demandas regionales?
—No. Lo vemos como una reflexión a mirar la dimensión nacional. Por supuesto, nosotros queremos que Cochabamba sea el nodo de articulación.
Trabajar con todos y para todos
En este mes y medio al frente de los empresarios privados, Javier Bellot ya tuvo sus roces y acercamientos con el Gobierno. No bien tomó el timón, ocurrieron los problemas del incremento salarial (7 por ciento al básico y 10 por ciento al mínimo), la creación de empresas sociales a partir de la confiscación de compañías en quiebra y el lanzamiento del Plan de Empleo Urgente, cuyo rol de las empresas privadas aún no está del todo claro.
Sobre el incremento salarial, Bellot toma línea con su Confederación de que son temas que deberían discutirse de forma tripartita (Gobierno-empresarios-trabajadores) y que el tratamiento no puede ser el mismo para todas las empresas. Para ello, se presentó al Gobierno un pliego con 10 puntos para atender este caso.
Sobre las empresas sociales, Bellot considera que hay que ajustar aspectos legales, comenzando por el Código de Comercio, y sobre el Plan de Empleo Urgente, el empresario destaca la iniciativa del Gobierno, pero pide aclarar la participación privada, especialmente en el tema de contratación de jóvenes trabajadores.
Pese a los primeros roces, Bellot destaca el hecho de que el Gobierno haya mostrado apertura para discutir algunos temas, al recibir el pliego de 10 demandas de los empresarios privados, abrirse a la discusión en mesas de trabajo y crear un Consejo Consultivo. Además, el Gobierno retiró del Legislativo su proyecto de ley de empresas sociales para discutirlo con los empresarios.
La asistencia de Morales a su acto de posesión (después de mucho tiempo) fue interpretada también como una señal de acercamiento del Presidente.
“Queremos trabajar con todos y para todos, sin que esto nos convierta en masistas. Pensamos trabajar también con la Alcaldía, y eso no nos convertirá en verdes. Tenemos que devolver a la empresa privada su rol institucional”, explicó Bellot.