PIB crece 3,3% y prevén un panorama adverso
El ministro de Economía, Mario Guillén, informó que el Producto Interno Bruto (PIB) creció sólo 3,3 por ciento en el primer trimestre de 2017, debido a que la demanda brasileña de gas natural decreció.
El sector de hidrocarburos fue uno de los más afectados porque su crecimiento cayó en 14 por ciento. Algo similar ocurrió en el sector de la minería, ya que a pesar de que mejoraron los precios internacionales, el rubro bajó en 1,6 por ciento.
Los especialistas en economía alertan sobre la desaceleración económica en el país y avizoran un panorama adverso hasta fin de año, con mínimas posibilidades de alcanzar el crecimiento previsto en el Presupuesto General del Estado (PGE), de 4,7 por ciento.
En tanto, el Gobierno mantiene su perspectiva económica y se niega a aceptar una posible desaceleración. Guillén aseguró que existe la certeza de que el país logrará un crecimiento superior al 4 por ciento.
La caída acentuada del sector de hidrocarburos afectó al crecimiento de la economía nacional que sólo logró un 3,3 por ciento en el primer trimestre del año. Esa cifra está por debajo del 5,4 por ciento registrado en el mismo periodo de 2016, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El ministro de Economía, Mario Guillén, afirmó este miércoles que el crecimiento económico boliviano es jalado hacia abajo debido a la crisis económica brasileña que se tradujo en la menor demanda de gas.
“Principalmente lo que nos está afectando es la crisis de Brasil, que, producto de una crisis económica que como ustedes saben que tiene Brasil, ellos nos estarían comprando menores volúmenes de gas. Eso es lo que nos jala hacia abajo el crecimiento”, dijo.
Por otro lado, Guillén destacó que el crecimiento económico boliviano fue apuntalado por la demanda interna, que al primer trimestre tuvo un incremento de 7,2 por ciento. Negó que exista una desaceleración en la economía boliviana.
Según los datos del INE y del Ministerio de Economía, el sector agropecuario creció al 8,6 por ciento, la construcción 7,2 por ciento, alimentos 5,6 por ciento, transporte y comunicaciones 5,4 por ciento, comercio 5,2 por ciento y la administración pública 4,8 por ciento.
Guillén expresó que para el segundo semestre la demanda de gas está subiendo. Estimó que con ese repunte se recuperará el crecimiento económico registrado al primer trimestre.
Según el economista Gonzalo Chávez, con las cifras que se reportaron al primer trimestre, “todo indica que este año no va a haber un segundo aguinaldo” porque Bolivia tendría que crecer hasta en 5,9 por ciento el segundo trimestre para que el promedio de todo el año se alcance el mínimo del 4,5 por ciento establecido por ley.
En tanto, el economista José Luis Evia afirmó que los datos reflejan claramente que la economía “se está desacelerando”. Añadió que el sector de hidrocarburos es una muestra importante de la contracción del crecimiento, lo que es “preocupante”.
Por otra parte, también hizo notar que el comportamiento del sector minero llama la atención. “Los precios internacionales de los minerales han tendido a recuperar, en algunos casos más claramente. Entonces a uno le llama la atención estos datos porque muestra que aun cuando están mejorando estos datos, la producción no está creciendo”, explicó Evia.
En ese contexto, el Ministro de Economía se mostró optimista al recordar que en 2007 Bolivia creció sólo 2,5 por ciento al primer trimestre, pero terminó el año con una expansión del PIB de 4,6 por ciento.
El analista económico Alberto Bonadona coincidió con las proyecciones del Gobierno y afirmó que el crecimiento de la economía se recuperará en los próximos meses. “Lo que él dice (Guillén) me parece a mí preciso frente a la situación económica actual”, explicó.
El vicepresidente Álvaro García Linera respaldó las declaraciones de Guillén y explicó que la economía nacional crecerá en más del 4 por ciento.
Por su parte, el gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, afirmó que Bolivia crece menos. “Nadie se debería alegrar porque el país crezca menos y reflexionar en base al sector que está determinando que este crecimiento sea menor, y estamos hablando del panorama externo que durante mucho tiempo se desdeñó la importancia que tiene”, dijo.
EL IMPACTO DE LA CRISIS DE BRASIL EN BOLIVIA
El ministro de Economía, Mario Guillén, explicó que la disminución de la demanda de gas por parte de Brasil afectó el crecimiento en el sector de hidrocarburos, que decreció 14,1 por ciento al primer trimestre; además de un leve descenso de la minería de 1,6 por ciento.
En períodos normales —según Guillén—, Brasil demanda entre 28 y 30 millones de pies cúbicos por día de gas natural boliviano, pero a comienzos de este año el requerimiento bajó hasta 16 millones de pies cúbicos día, lo que ocasionó una caída de 14,1 por ciento en el sector de los hidrocarburos.
No obstante, dijo que entre julio y agosto de este año Brasil volvió a demandar volúmenes de gas mayores a 26 millones de pies cúbicos día, lo que incidirá de forma positiva en la economía boliviana.
“Este decrecimiento de los bajos volúmenes se recuperarán en el segundo semestre del año”, subrayó.
Según el presidente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Bolivia depende tanto del comercio exterior como del mercado interno. “Se tienen que erigir las políticas de Gobierno para reactivar las exportaciones no tradicionales si es que queremos crecer a más del 5 por ciento, a más del 6 por ciento, como ocurrió en años anteriores”, afirmó.
Añadió que en relación a gestiones anteriores, la cifra de la economía debe llamar la atención.