Anuncian negociaciones para fijar precio de la urea
El ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, aseguró ayer que el precio para el mercado interno de la urea que producirá la planta de Bulo Bulo, inaugurada la pasada semana, será fijado mediante una fórmula que tenga el promedio de indicadores de cotizaciones internacionales, así como los costos de producción, logísticos, de transporte y almacenaje, además que éste será negociado con el sector agrícola boliviano para mejorar su producción.
Mencionó que actualmente el precio del fertilizante en el mercado internacional está entre 450 y 500 dólares la tonelada, pero en este caso (para el mercado interno), “YPFB negociará (en los próximos días) con los productores agrícolas el precio”, explicó Sánchez en entrevista ayer con los medios estatales.
“La urea permite el crecimiento de las plantas, ayuda a su nutrición, mejora el rendimiento de los cultivos, se usa principalmente en la producción de arroz, maíz, caña de azúcar, sorgo y hortalizas”, destacó.
Contribuirá a mejorar el rendimiento. En el caso del arroz será un 60 por ciento más; trigo, 40 por ciento; sorgo, 30 por ciento; maíz, 200 por ciento, y en la caña de azúcar será un 65 por ciento, agregó el Ministro.
El pasado 14 de septiembre fue inaugurada la planta de urea y amoniaco, instalada en el trópico cochabambino. En la oportunidad, el titular de Hidrocarburos afirmó que hay cinco potenciales mercados para el fertilizante: el mercado interno que demandará entre 10 y 20 por ciento de la producción de la planta y el restante 80 por ciento que será para exportación.
Sánchez afirmó, por otra parte en la entrevista, que la producción de la planta de Bulo Bulo fortalecerá el cuarto pilar de la economía boliviana y ampliará casi ocho veces la actual frontera agrícola de 2,7 millones de hectáreas cultivadas.
Enfatizó que, al margen de consolidar la industrialización de los hidrocarburos, una demanda de la agenda de octubre, se constituirá en un hito en el desarrollo del agro boliviano.
“Vamos a saltar de una frontera agrícola que está alrededor de 2,7 millones de hectáreas que tiene Bolivia, esperamos que en los próximos años con este gran fertilizante podamos llegar a 17 millones de hectáreas”, afirmó al ratificar que la urea que genere esa planta será suficiente para abastecer el mercado interno y para una importante exportación de los excedentes.
Además aseguró que la exportación de urea reportará importantes ingresos para el país, con mercados inicialmente en Brasil y con la posibilidad de ampliarse a otros países de Europa y Asia.
SE ESPERAN $US 233 MILLONES
La planta tuvo un costo de 953 millones de dólares y fue hecha por la surcoreana Samsung con una capacidad diaria de producción de 2.100 toneladas de urea y 1.200 toneladas de amoniaco.
Se calcula que entre el 10 por ciento a 20 por ciento de la producción servirá para atender la demanda interna de fertilizantes y el resto se exportará a los mercados sobre todo de los estados brasileños de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul, además de Perú, Argentina y Paraguay.
Bolivia espera ingresos anuales por 233 millones de dólares.
En la inauguración, el presidente Evo Morales proclamó “misión cumplida”, dado que la petroquímica es la primera experiencia concreta de la industrialización del gas en Bolivia, una medida que había prometido desde que llegó al poder en 2006.
La planta está situada en la población de Bulo Bulo, a 142 kilómetros al este de la ciudad de Cochabamba, y fue construida en una superficie de 624 hectáreas.
ANALISTAS ADVIERTEN PROBLEMAS
Plantean dudas sobre a qué mercados se llegará
La Paz |
El ingreso de Bolivia a la era de la petroquímica producido la semana pasada con la inauguración de su primera planta de fabricación de urea y amoniaco disparó las expectativas positivas del Gobierno, pero analistas han advertido de problemas de competitividad por su ubicación y mercados todavía no asegurados.
El presidente Evo Morales calificó este paso de “histórico”. No obstante, tras la puesta en marcha de la factoría, que comenzará a producir efectivamente en 10 días, han surgido observaciones acerca de complicaciones que podría afrontar para desarrollarse.
Los expertos en hidrocarburos Hugo del Granado y Bernardo Prado han identificado lo que consideran flaquezas del proyecto y que podrían incidir en la competitividad de los nuevos productos de exportación, urea y amoniaco.
Del Granado subrayó problemas relacionados con la alta inversión, la “mala decisión de localizar la planta en un lugar alejado” de los posibles mercados internacionales y el hecho de no haber asegurado ya los destinos donde podría comercializarse la producción.
Lo ideal, según Del Granado, hubiese sido situar la planta de fertilizantes en Puerto Suárez, Santa Cruz, en la frontera con Brasil, tomando en cuenta la demanda de los estados brasileños.
Por la ubicación de la planta, en el centro del país, es necesaria la construcción de un ferrocarril hacia el este, hasta Montero, para entregar la producción a Brasil.
El especialista en petroquímica agregó que, en principio, el plan del Gobierno era invertir unos 843 millones de dólares en la planta, pero el precio subió hasta los 953 millones de dólares y, con la inversión en el ferrocarril, la cifra llegará a 1.200 millones.
Prado coincide en que la ubicación “es una de las flaquezas del proyecto”.
“El hecho de estar en el centro mismo del continente y estar distantes de algún puerto que nos permita comercializar esta urea a otros continentes nos hace un proveedor no muy competitivo”, dijo.
Otras observaciones apuntan a la falta de concreción de mercados, pues, de momento, según los expertos, sólo hay intenciones de compra.
La primera venta comenzará en 40 días para lo que YPFB ha comprado medio millar de contenedores que irán en camiones con los fertilizantes hasta Montero para embarcarlos recién allá en tren hacia Brasil o Argentina.