Caso Kirchner: acusado de cobrar coimas trató temas de gas en Bolivia
Enid López y Roger Medina
Roberto Baratta, el principal acusado en el caso de sobornos del Gobierno kirchnerista, llegó al país en varias oportunidades junto a Julio de Vido para tratar temas de hidrocarburos con funcionarios de diferentes instancias del Gobierno de Evo Morales desde 2011 hasta 2015.
Durante los Gobiernos de Néstor Kirchner y su esposa, Cristina Fernández, Baratta fue secretario de Coordinación de Planificación del Ministerio de Planificación Federal, que aglutinaba áreas como las obras públicas y las políticas en energía y vivienda y era el lugar desde el que supuestamente se coordinaba la presunta red de coimas.
Según los registros del entonces Ministerio de Hidrocarburos y Energía de Bolivia, además de otras notas de prensa, el 19 de mayo de 2011, Baratta llegó al país para participar del Primer Congreso Internacional YPFB Gas-Petróleo al que asistieron expertos de diversas naciones del mundo y de empresas hidrocarburíferas.
El entonces funcionario del Gobierno de Cristina Fernández expuso sobre estrategia energética y gasífera de su país y su relación con Bolivia.
Al año siguiente, Baratta llegó nuevamente a Bolivia en el marco de una visita oficial de Fernández al presidente Evo Morales para tratar una amplia agenda con temas relacionados a los hidrocarburos.
La jefa del Estado argentino llegó a Bolivia para el 17 de julio de 2012, junto al excanciller Héctor Timerman; el exministro de Planificación, Julio De Vido; el exsecretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro, y el exsubsecretario de Coordinación y Gestión del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta.
En mayo de 2013, se pactó una nueva reunión entre Bolivia y Argentina para iniciar trabajos en dos acuerdos marco, uno referido al ámbito energético y otro referido al ámbito comunicacional. El encuentro se llevó a cabo en el hotel Los Parrales, fue dirigido por el vicepresidente Álvaro García Linera y en la delegación argentina también figuraba Baratta.
Un año después, Julio de Vido, junto a Baratta, llegó al país para mantener un encuentro bilateral con el presidente Evo Morales Ayma, en Santa Cruz de la Sierra. Este encuentro tuvo como fin profundizar los lazos entre ambos países.
Finalmente, en 2015, el ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez, firmó el “Acuerdo de Cooperación en los Usos Pacíficos de la Energía Nuclear”, con De Vido. El encuentro se desarrolló en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, y también estuvo presente el exfuncionario argentino.
El escándalo de corrupción del Gobierno kirchnerista que sacude a Argentina ya salpica a Bolivia. El Consorcio Ar.Bol (Argentina-Bolivia) y la empresa española Isolux-Corsán Corviam están involucradas en la presunta red de sobornos denominada Lava Jato argentino y firmaron contratos por un total de 791 millones de dólares durante el Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Las presuntas coimas se descubrieron a través de los cuadernos de anotaciones del chofer de Baratta. En los manuscritos se describe cómo el conductor llevaba bolsas de dinero que empresarios pagaban como sobornos a autoridades gubernamentales.
VERSIONES
"La derecha en América Latina, después de su fracaso, intenta mediante persecución judicial acallar la voz de los pueblos. Nuestro apoyo a la hermana CFK". Evo Morales. Presidente de Bolivia
"Vamos a solicitar que la Cámara en pleno instale una comisión especial para investigar el caso Lava Jato argentino, sabemos que no hay voluntad de los oficialistas". Alberto Vaca. Diputado
EMPRESAS ABANDONARON BOLIVIA CON UNA DEUDA DE 11,6 MILLONES DE DÓLARES
La Empresa Constructora de Asociación Accidental Ar.Bol (Argentina-Bolivia) y Isolux-Corsán abandonaron el país entre 2015 y 2017, dejando una deuda a las firmas subcontratadas que ascendió hasta los 11,62 millones de dólares.
Ar.Bol contrató al menos 500 empresas para cubrir los diferentes servicios que para realizar las obras en la ruta que une La Paz con Beni, por la provisión de alimentos hasta la construcción de tres túneles. La firma inició en 2010 las obras de dicha carretera y fueron abandonadas en 2014.
En este sentido, la subcontratada Corinsa reportó en 2014 que se adeudó 128 mil dólares.
Por otra parte, la deuda que dejó Isolux-Corsán fue de 11 millones de dólares a 120 empresas de diversos sectores que brindaron servicios hasta 2017, año en el que se retiró del país.
Las pequeñas empresas que brindaban servicios y alquilaban maquinaria a Isolux-Corsán se encargaban desde el catering y provisión de alimentos a los trabajadores y técnicos hasta la provisión de herramientas y maquinaria para el movimiento de tierras.
En aquella oportunidad, la entonces presidenta de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), Noemí Villegas, respondió que los afectados deberán iniciar acciones legales por su cuenta, contra la firma extrajera.