Bolivianos en Argentina necesitan dos salarios mínimos para subsistir
LAURA MANZANEDA Y ENID LÓPEZ
Las familias bolivianas que viven en Argentina necesitan hasta 20 mil pesos argentinos (3.693,40 bolivianos) para comprar los productos básicos de la canasta familiar de un mes, pero el salario mínimo es de 10 mil pesos argentinos (1.846,70 bolivianos), por lo que se requieren más de dos salarios básicos para poder subsistir.
“Lo único que se genera es incertidumbre y no hay una solución para afrontar esta crisis que se está pasando. Hoy en día, si tuviera la posibilidad de volverme a Bolivia, lo haría”, sostuvo Elvia Medina, una boliviana que trabaja como programadora de software bancario.
La semana anterior, la moneda argentina cayó a 39,87 por dólar, alcanzando una depreciación de 13,52 por ciento ante la moneda extranjera. La situación desató una crisis en el país vecino y en las zonas fronterizas que comparte con Bolivia.
Una bolsa de fideo que costaba 23 (4,25 bolivianos) pesos argentinos el mes anterior, ahora está en 33 pesos argentinos (6,09 bolivianos).
La crisis provocó, incluso, que algunos bolivianos cierren sus negocios, mientras que en otros casos las ventas disminuyeron hasta en un 50 por ciento.
Es el caso de Orlando Mena, que se dedica a la venta de zapatos. “La gran mayoría de los residentes bolivianos son comerciantes y está todo paralizado, las cosas están subiendo todos los días, pero el sueldo no está subiendo, el combustible subió 5 pesos por litro y hay almacenes que esconden mercadería, muchos se abastecen desesperadamente, con tanta especulación que hay”, relató.
Por su lado, la universitaria Claudia Mamani indicó que el negocio de textil de sus padres está muy afectado porque la materia prima sube y la gente no quiere pagar lo que vale la prenda. “No llegamos a fin de mes, no puedo cubrir los gastos de la universidad, me conseguí otro trabajo. Estamos en crisis. Muchos familiares y compatriotas están retornando porque no alcanza para la comida”, indicó.
La estudiante de posgrado Karen Carrillo indicó que “la situación es difícil para todos los migrantes que están acá, tratan de mantenerse como pueden. Ya con las subidas y bajadas del dólar es terrible y se vive con el Jesús en la boca”.
Mamani es hija de bolivianos e indica que muchos argentinos echan la culpa de la inflación a los migrantes.
“Dicen que colapsamos las escuelas, los hospitales; pero no es así, porque nosotros también aportamos acá, pagamos impuestos, pero no lo reconocen. Según Mauricio Macri, sólo venimos a robar; pero no es así, la mayoría de la producción agrícola y la ropa la hacen manos bolivianas”, explicó.
DATOS
13,8% de las remesas provienen de Argentina. Las remesas de bolivianos en el extranjero alcanzaron los 640,9 millones de dólares el primer semestre. De ese monto, el 13,8 por ciento corresponde a envíos de Argentina.
Los niños en Argentina acuden a comedores. La Sociedad de Fomento Comunidad Patria Grande de Villa Celina en Argentina tenía a 70 niños bolivianos que asistían al comedor a principio de año, pero ahora son 150. “Nosotros tenemos que rebuscar como sea para sostener el proyecto. Muchos papás salen a trabajar y no tienen dónde dejar a los niños”, dijo la responsable de la Sociedad de Fomento Comunidad Patria Grande de Villa Celina, María Blanco.
ANÁLISIS
Gary Rodríguez. Gerente Del Ibce.
“Las importaciones pueden incrementarse”
La relación entre ambos países tiene que ver con el comercio y quien pauta los flujos es el precio del dólar. En 2017, sin contar las ventas de gas, con Argentina hemos tenido 1.100 millones de dólares de déficit comercial.
La consecuencia posible es que las importaciones pueden incrementarse hacia nuestro país, pero también con los países limítrofes, el contrabando. En ese sentido, el ciudadano boliviano va a asumir las consecuencias de las políticas públicas del país. Va a ser beneficiario o no del apoyo que se le pueda dar al sector empresarial.
Tiene que haber previsibilidad y, si hay una incertidumbre, las inversiones no van a florecer. Eso significa, el día de mañana, menos empleo, significa menos ingresos y menos posibilidad de crecimiento económico.
Lo contrario ocurre cuando hay una visión de largo plazo.