Las mujeres constructoras impulsan norma para remuneración equitativa
La Asociación de Mujeres Constructoras (Asomuc) impulsa un anteproyecto de ley para normar la igualdad de oportunidades y remuneración entre hombres y mujeres trabajadoras de la construcción.
Según una publicación de 2017 de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) denominada “Mujeres en la Construcción en Bolivia”, la brecha salarial de ingreso mensual entre los trabajadores del sector de la construcción según sexo y categoría es de 37,83 por ciento. Esto significa que por cada 100 bolivianos que percibe el hombre en el sector, la mujer recibe sólo 62 bolivianos por el mismo trabajo.
“Cuesta, pero nos estamos ganando a pulso nuestro espacio en este sector importante de la economía, aunque en condiciones poco favorables”, sostuvo la secretaria general de la Asomuc, María Antonieta Cruz.
Asomuc visibiliza, a partir de un anteproyecto de ley, la problemática que atraviesan las mujeres al momento de ingresar a trabajar en el rubro de la construcción, afirmó Cruz, a tiempo de relatar que sufrió discriminación al momento de acceder a un trabajo en el sector.
“Cuando yo he entrado, yo sabía todo (en construcción) y me han puesto un ayudante para que le enseñe. Yo le he ensañado todo lo que sabía y de pronto él me ha pasado (ha logrado el ascenso)”, cuenta Cinda Massi, maestra constructora, haciendo referencia a la falta de justicia respecto al ascenso laboral en el rubro.
La construcción es uno de los sectores más dinámicos de la economía boliviana. Según las cifras de Asomuc, en la última década, el sector de la construcción generó oportunidades laborales a más de 471.000 trabajadores, de los cuales, el 4,5 por ciento son mujeres.
De este porcentaje, el 24,6 por ciento se desempeña como ayudantes sin remuneración debido a que son trabajadoras familiares (trabajan con el marido o un familiar cercano que está en el rubro), en contraste con sólo un 1,3 por ciento de los varones que trabaja de la misma manera.
El anteproyecto de ley que presentó el sector tiene por objeto regular y garantizar la igualdad de oportunidades de empleo, salario y trato entre mujeres y hombres trabajadores en el sector de la construcción.
La Constitución Política del Estado (CPE), en su artículo 46, indica: “Toda persona tiene derecho: 1. Al trabajo digno, con seguridad industrial, higiene y salud ocupacional, sin discriminación, y con remuneración o salario justo, equitativo y satisfactorio, que le asegure para sí y su familia una existencia digna”.
Asomuc se conformó en diciembre de 2014 como una respuesta a la necesidad de las mujeres constructoras por contar con una organización que las represente en la lucha por materializar condiciones de trabajo dignas en un mercado altamente “competitivo y machista”.
La institución pretende visibilizar y promover los derechos políticos y laborales de las mujeres, apoyando a la inserción laboral y luchando por condiciones de igualdad y no discriminación.
EL OFICIO DE LA MUJER ALBAÑIL
Las mujeres albañiles cumplen un papel de doble jornada: en el hogar y en la obra. Levantarse a las cuatro de la mañana significa tomarse el tiempo necesario para preparar el desayuno y el almuerzo para los niños. Luego les espera un largo viaje hasta la obra, constató Los Tiempos en un reportaje anterior.
“Yo vivo en el kilómetro 7 de la Petrolera. Tomo una movilidad hasta La Cancha, de ahí otra a Quillacollo y de ahí otra hasta Bella Vista, en eso me demoro una hora y media”, dijo Modesta Baltazar, de 40 años, quien se dedica a la construcción. “Mamá, mucho nos abandonas”, le dijeron sus hijos en repetidas ocasionas, cuando Modesta llegaba a las nueve de la noche para ayudarlos en las tareas.