San Severino, el santo de la lluvia
La antigua tradición de invocar a la lluvia en tiempos de sequía con rituales, rezos y danzas se mantiene en Tarata, la ciudad histórica y cultural del valle alto, donde se halla San Severino o más conocido como el santo de la lluvia. La fama de la imagen ha traspasado generaciones que han visto como al finalizar noviembre, luego de que la figura recorre el pueblo, comienzan a caer las primeras gotas de agua que ponen fin a los días más secos del año.
La historia cuenta que Severo fue un soldado romano que persiguió a los cristianos. Sin embargo, tras una aparición del Creador se convirtió y luchó por la protección de los creyentes. Al saber de su fe, el Ejército romano lo capturó y degolló. Al morir por sus creencias pasó a ser considerado mártir y santo, contó la Oficial Mayor de Cultura de Tarata, Hazzel García.
Los católicos trajeron parte sus restos a Tarata, que se hallan incrustados en una pierna y brazo de la imagen. La llegada del santo coincidió con una dura sequía que afecta al valle y que hacía que la gente le rece a todos los santos por lluvias.
La responsable de Cultura contó que cuando llegó San Severino llovió durante dos días seguidos en Tarata. Una vendedora de velas de la iglesia del Convento San José dijo que siempre que sacan a San Severino del templo comienza a llover.
La sequía en el valle alto impacta a las comunidades alejadas que ven en riesgo su producción agrícola. “Siempre hace calor y no llueve hasta la fiesta. Después de la entrada folklórica, se saca la imagen en procesión y comienza el aguacero. Es un santo muy milagroso. Me considero devota”, dijo una vendedora, Senovia Ferrufino.
Muchas personas visitan con anticipación a San Severino. Ana María y Alfredo, una pareja de esposos, llegaron desde Cochabamba para dejar unas velas y pedir protección para sus hijos. “Es un santo muy milagroso, por eso le pedimos por nuestros hijos para que siempre estén bien. Llegamos desde Cochabamba para poner una vela y rezar”, comentaron.
La fiesta de San Severino se celebra el último domingo de noviembre. Cuando cientos de personas llegan a Tarata para mostrar su devoción al santo de la lluvia. La preparación para la fiesta comenzó el miércoles con el “Triduo de preparación”, hasta el viernes. Ayer se realizó la entrada folklórica con la participación de 35 fraternidades. Algunas de éstas llegaron desde las comunidades, el Norte Potosí y la ciudad de Cochabamba.
La festividad dura tres días. Hoy se realiza la misa central a las 12:00 y luego se realiza la procesión. El lunes se cierra con el Calvario.
La imagen del santo fue traída por los religiosos franciscanos desde Italia y actualmente se encuentra en el templo de San José, declarado patrimonio nacional. El fenómeno de la lluvia se repite con regularidad durante la festividad de San Severino.
El altar de la imagen casi siempre está lleno de flores.