Pese a Guerra del Agua persiste un mercado con precios altos
A 16 años de la “Guerra del Agua” los usuarios tienen la sensación que todo por lo que se luchó quedó en el olvido y sólo se cambió el nombre de la empresa. El mercado sigue siendo quien fija el precio y alienta la existencia de sistemas privados de suministro. También están los autogestionados por los vecinos y la red pública. También han proliferado las comercializadoras de agua en botellón y otros.
El agua de cisternas junto con la de los comercializadores del agua de mesa es la más cara. Un metro cúbico o 1.000 litros de agua de un carro cisterna cuesta cinco veces más que el líquido que entrega Semapa y hasta 10 veces más que el agua de pozo o cooperativas, según Semapa y una investigación de seis licenciados de la carrera de Planificación del Territorio y Medio Ambiente de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), asesorados por el docente del Instituto de Estudios Sociales y Económico (IESE), Fernando Salazar.
Cisternas
Cada cisterna transporta entre 10 y 12 cubos de agua a precios que fluctúan entre 100 y 200 bolivianos la entrega completa. El turril cuesta entre 5, 6 y 8 bolivianos y varía de acuerdo a la distancia y accesibilidad a la vivienda. Según el Servicio Departamental de Salud (Sedes) existen 130 carros cisternas que operan en la ciudad.
En la zona sur se constató que los comúnmente denominados “aguateros” recorren las calles dando “bocinazos” para llamar a sus compradores. Su jornada comienza a las 4:30 y termina a las 18:00. Por la mañana distribuyen el líquido con el sistema de “turrileo” y por la tarde llenan “tanques”.
Un vecino de la OTB Trafalgar, Marcelo Vázquez, comentó con preocupación que en su zona el turril (200 litros) de cisterna subió de 4 a 6 bolivianos en los últimos años. Su familia de cuatro integrantes compra un turril cada dos días, debido a que la calidad del agua “no es buena” sólo la utilizan para lavar mientras que para el consumo recurren a bidones.
Según Salazar una familia del sur que se ducha una vez a la semana gasta un promedio de 40 metros cúbicos al mes. Esto equivale a 1.200 bolivianos o el 25 por ciento de sus ingresos totales destinados para la compra mensual de agua.
Los vecinos del sur optan por el servicio de los carros cisterna debido a que no cuentan con acceso a la red pública del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa).
Semapa
La empresa descentralizada brinda el servicio de agua por cañería al 61 por ciento (107.878) de las viviendas de la ciudad. El 39 por ciento recurre a otras alternativas para garantizar su acceso al líquido elemento.
Según Salazar el costo del metro cúbico de agua en Semapa varía según la categoría. En la R1 es de 1 boliviano de 0 a 12 metros cúbicos. En la R2 llega a 1,77 bolivianos hasta 15 metros cúbicos. En la R3 a 2,15 bolivianos hasta 21 metros cúbicos y en la R4 a 2,57 bolivianos hasta 29 metros cúbicos.
Otros sistemas
Ante la falta de agua, la población se organizó y cuenta con sistemas autogestionados del recurso. Una alternativa fueron los comités de agua que explotan pozos o aquellas que compran agua y la distribuyen por redes que construyen. En este sistema, el promedio del metro cúbico del líquido elemento es de 2 bolivianos.
Cansados de la escasez y los precios elevados de las cisternas, los vecinos de Lomas de Pagador al sur de la ciudad, conformaron su propio Comité de Agua. Uno de los 198 socios de la organización creada el 2011, Braulio Mamani, contó que tienen agua las 24 horas.
La tarifa básica en su comité es de 15 bolivianos y la máxima 200 en el caso de locales comerciales. Para ingresar los interesados deben cancelar 800 dólares que se invierten en la instalación y conexión de la red de agua y alcantarillado.
Para funcionar, el comité compra agua de las cisternas y la almacena en un tanque de 50 mil litros. Las OTB colindantes como Trafalgar, Nuevo Milenio y Horizonte también distribuyen agua por este sistema.
El Comité de Agua Villa Granado, ubicado al noroeste de la ciudad, opera desde 1997. Los vecinos aportaron para perforar pozos. Hoy cuentan con cuatro que benefician a 346 socios, dijo un vecino, Rino Sejas.
Contó que con los recursos adquiridos no sólo lograron instalar su propia red, la planta potabilizadora de agua, sino construir una sede vecinal con 70 mil dólares e incluso entregar un canastón a fin de año. Acá la tarifa básica es de 1 boliviano los primeros 20 metros cúbicos. Los beneficiarios cancelan un monto de 10 a 500 bolivianos por 24 horas de agua al día.
Sejas todavía recuerda cuando a sus siete años se dirigía a la urbanización de los Fabriles, ubicada cerca de su OTB, para que le regalen agua en bidones. Motivado por la falta del líquido elemento a sus 20 participó de la “Guerra del Agua”.
A 16 años de aquel hecho lamenta que todo por lo que luchó se quedó en el olvido. Según Salazar, las también denominadas Olpes con el sistema de pozos operan en los distritos, 2,3,4,5,7,8 y 9 de la ciudad. Sin embargo, otras que explotan los ríos, tajamares y vertientes trabajan en los distritos 2 y 13. El metro cúbico de agua varía entre 0,50 y 3 bolivianos.
Acceso en el departamento
La cobertura de agua para consumo en el departamento llega al 54 por ciento. Sólo alrededor de 280.202 hogares cuentan con el suministro por red pública. En tanto que el 46 por ciento, 235.635 familias, no tienen acceso al líquido por cañería y recurren a otros sistemas. La población de la región asciende a 1,7 millones habitantes, según la Agenda del Agua de Cochabamba 2015- 2025. En el área urbana el 35 por ciento de los hogares no tiene conexión y en el área rural el 63 por ciento.
La Agenda del Agua señala que para el 2025 la población en el departamento se incrementará de 1,7 a 2,1 millones de habitantes. En caso que el acceso al agua potable llegue para estas 2,1 millones personas, estas requerirán 218.795 metros cúbicos por día y 79.860 .430 metros cúbicos por año.
Sin embargo, el panorama es crítico puesto que las lluvias de esta temporada no fueron suficientes. Esto provocó que las fuentes de agua superficial y subterránea del departamento sufran desabastecimiento. En la ciudad, Semapa informó que alista un plan de emergencia puesto que las dos principales presas tienen un 20 por ciento menos líquido almacenado con respecto a períodos anteriores por la falta de lluvias.
USUARIOS DE SEMAPA Y DE AUTOGESTIÓN
No creo en Misicuni
MARCELO VÁSQUEZ, OTB TRAFALGAR. CONSUMO POR CISTERNA
Ya no tengo esperanza en Misicuni, tanto tiempo que nos han prometido, ya no confiamos y preferimos vivir así como vivimos (…) Nosotros no consumimos el agua de cisterna preferimos el botellón y a veces hacemos hervir. Al mes gastó entre 40 y 45 bolivianos y sumado al agua en botellón llegó a 60 o 70. Es carísimo.
Cuido el agua mucho
BRAULIO MAMANI, OTB LOMAS DE PAGADOR, COMITÉ DE AGUA
Yo cuido jodido el agua porque cuesta carísimo. La tarifa básica es 15 bolivianos y la máxima hasta 200 para locales en mi comité de agua. Lo que se recauda es para el sueldo de trabajadores y mantenimiento. Optamos por el comité para tener agua las 24 horas. Misicuni va tardar, calculo entre 15 y 18 años. , yo trabajaba ahí.
El comité es lo ideal
RINO SEJAS, OTB VILLA GRANADO. COMITÉ DE AGUA
No es que hemos decidido crear esto, el comité era la única opción. Semapa nunca tuvo la capacidad y mucho menos el interés de querer dotarnos de agua (...) Lamentablemente no se han cumplido los objetivos de la Guerra del Agua. La empresa sólo cambió de nombre, antes era Aguas del Tunari ahora Semapa.
Semapa es deficiente
HELEN VISCARRA, CONSUMO DE SEMAPA
Semapa nos da agua dos veces por semana, los martes y viernes. Las facturas son elevadas, somos tres y pagamos 150 bolivianos. Dicen que es por la zona, estamos categorizados y ésta es residencial. La factura aumentó, antes pagamos 115. El pago no se justifica. El servicio de Semapa es deficiente.