Misicuni: obras para dar agua y energía ingresan a su recta final
Los tres componentes del Proyecto Múltiple Misicuni: agua para consumo, riego y generación de energía eléctrica tienen un 80 por ciento de avance y la meta es que la represa de 120 metros de alto comience a operar en mayo de 2017, aunque inicialmente debía entregarse en 2012.
El proyecto alcanzará un nuevo hito en noviembre de 2016, cuando se cierren las compuertas y se comiencen acumular las primeras lluvias para dotar de agua a la región metropolitana de Cochabamba, actualmente afectada por una dura sequía.
El gobernador Iván Canelas constató ayer los avances de la obra y confía en que el agua llegue a los municipios de la región a partir de abril de 2016, después de realizar una inspección a la megaobra únicamente con los asambleístas del MAS, ayer.
El proyecto está destinado a resolver el déficit de agua en la ciudad con la dotación de 3.000 litros por segundo, 2.000 para consumo y 1.000 para riego. El Gobernador dijo que la represa tiene una capacidad de 90 millones de metros cúbicos. Pero, la Asociación de Ingenieros Eméritos puntualizó que la represa requiere acumular 30 millones de metros cúbicos de aguas muertas.
Ante la emergencia que soporta la región por la escasez de agua, la Empresa Misicuni anunció que usará las aguas muertas para atender la demanda.
Sobre el progreso de la obra, el presidente de Misicuni, Jorge Alvarado, informó que aún “faltan hacer algunas inyecciones de plinto, colocar el relleno y las juntas con masilla asfáltica, con eso estaría lista la cara de concreto de la represa”.
El proyecto hidroeléctrico tiene un 80 por ciento de avance, informó el ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez. El progreso se determinó de acuerdo al avance de los cinco contratos en marcha con la Asociación Accidental Imesapi SA-Global RR, ICE Ingenieros, Carlos Caballero, STE-INDAR y ENDE Transmisión.
La tubería de carga tiene una longitud de 5 kilómetros con una caída de 1.000 metros, va transportar un caudal de 15 metros cúbicos por segundo, que harán funcionar tres turbinas con 40 megavatios (MW), haciendo un total de 120 MW.
LA OBRA
Retraso.- La represa comenzó a construirse en 2009 con un presupuesto de 79 millones de dólares y debía entregarse en 2012. Sin embargo, el Consorcio Hidroeléctrico Misicuni incumplió y afronta un proceso. La empresa china Camce retomó las obras en agosto de 2014 y el presupuesto se incrementó a 138 millones.
Censura.- La asambleísta Lizeth Beramendi informó que el MAS excluyó a los opositores de la inspección. “Se han ido de forma casi secreta, lo que demuestra un abuso del poder del MAS en la gestión pública”, lamentó.