Hambruna y migración tras larga sequía en Pasorapa
Pasorapa |
“Cuando no hay sequía, el pasorapeño se alimenta de mote, queso, leche y charque; pero ahora no hay nada de eso. Los padres y sus hijos mayores han migrado a Saipina, en Santa Cruz, para trabajar de jornaleros y traer algo de dinero para comprar arroz, azúcar y fideo. De eso nos estamos alimentando ahora”, relató el presidente del Concejo Municipal de Pasorapa, Alejandro Ríos.
Y es que Pasorapa soporta tres años de sequía. Primero, perdió el 80 por ciento de su producción de maíz, en 2014 por falta de agua. Luego, en 2015 y 2016, murieron 1.200 reses y se estima que hay 20.000 en riesgo, en un municipio que vive esencialmente de la ganadería, porque no hay forraje.
Ahora la población está al borde de la hambruna y la gente ha comenzado a migrar. El municipio está a más de 352 kilómetros de la ciudad de Cochabamba.
Las escuelas han registrado una deserción del 15 por ciento, cuando en otras no pasa de 4. La cifra puede aumentar la próxima gestión porque familias enteras migrarán y al menos dos de los 20 colegios se cerrarán, anticipó el alcalde de Pasorapa, Jaime Mendieta.
“Debido a la situación, algunos estudiantes ya no asisten a clases, ellos se quedan en casa para ayudar con el ganado a sus padres; otros han migrado. Muchos de nuestros estudiantes ya no van a retornar la próxima gestión, familias completas se van a ir del municipio por la sequía”, aseveró.
La falta de agua ha provocado un incremento del 100 por ciento de diarreas y de casos de desnutrición en los niños.
El centro de salud Pasorapa atendió 37 pacientes con enfermedades diarreicas agudas en lo que va de noviembre. En tanto que en octubre sólo se presentaron 16.
“La gente del campo ni siquiera hace hervir el agua, se la toma así directo, los más afectados son los niños y los adultos mayores”, informó la enfermera Maritza Nova.
Las comunidades de Pasorapilla, Pucarillo y Arayan son las más afectadas debido a que sus pobladores consumen el agua turbia de los atajados y del río Mizque. La gente acumula el líquido en varios recipientes y aclara el agua con una hierba, la achupalla.
“La hierba cambia un poco el sabor del agua; también se puede echar huevo batido para quitar la turbidez, ellos se dan modos”, contó el presidente del Concejo Municipal, en un recorrido que realizó Los Tiempos a Pasorapa el miércoles.
El responsable de Desarrollo Productivo del municipio, Luis Pedrazas, informó que tienen cuatro cisternas para llevar agua a los animales y consumo humano, pero éstas no abastecen a la demanda porque deben recorrer de 30 a 100 kilómetros de serranías y caminos precarios.
“Hay tanta necesidad de agua que no sabemos qué vamos a hacer. La Gobernación nos prestó un equipo pesado por 200 horas pero no eso no es suficiente. Como no damos abasto, hemos tenido que dar tanques de agua a los pobladores que tienen carros para que ellos mismos transporten el agua para sus animales”, indicó.
En un recorrido por las comunidades de Toyota y Tenazas, ubicadas a 30 kilómetros de Pasorapa, habían seis reses muertas y tres que agonizaban.
El ganado está flaco y débil; la mayoría de las vacas muere mientras busca agua.
“Ellas van a los atajados y ríos a buscar agua, se atascan en el lodo y ya no pueden salir porque no tienen fuerza. Otras se sientan y ya no se levantan más, nos da mucha impotencia, no sabemos qué hacer, trabajamos día y noche para evitar más muertes pero no podemos solos, necesitamos ayuda”, exhortó un ganadero, Erwin Ortega.
Contó que a principios de noviembre se prestó un tanque de 5.000 litros que hacia llenar en toda una noche y a primera hora de la mañana trasladaba el agua a su estancia, a más de 30 kilómetros de Pasorapa, para hidratar al ganado. “Qué voy a hacer, no dormía, así estoy para salvar a mis animalitos”, declaró.
Ante la falta de forraje, algunos de los ganaderos se trepan a los árboles para sacar una enredadera, la achupalla, para alimentar a las vacas.
También queman con soplete las espinas de los cactus para que las reses puedan alimentarse. “Las vacas no esperan ni siquiera que enfríe, se los comen así caliente de hambre…”, contó.
La secretaria de la Madre de la Gobernación, Soledad Delgadillo, aseguró que se ha enviado toda la ayuda que ha sido posible a Pasorapa y que ahora resta esperar el nuevo plan de emergencia de 2017 para reforzar la asistencia. Por el momento, se entregarán vitaminas para el ganado.
Más de 20.000 hectáreas de cultivo se han perdido en los 38 municipios que han declarado emergencia por sequía.
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LAS DEMANDAS
ERWIN ORETEA, GANADERO DE PASORAPA
Los tres últimos años fueron muy secos, pero éste es el peor. Tengo 52 años y nunca he visto algo parecido. Tengo 70 reses y he perdido ocho. Necesitamos ayuda, maquinaria pesada para limpiar los atajados, aunque nosotros podemos cubrir el costo del combustible.
SOLICITAN APOYO
LUIS PEDRAZAS, DIRECTOR DE DESARROLLO PRODUCTIVO
Queremos proyectos de impacto porque las pequeñas entregas de la Gobernación, como la entrega de algunos quintales de alimento, sólo nos hacen pelear. Hemos tenido que entregar a los productores a dos quintales de alimento, muchos se han quedado sin nada y reclaman.