Cortan alcantarillas, quedan desagües
La laguna Alalay no cuenta con ingresos directos de agua de alcantarilla al espejo de agua desde hace cinco años aproximadamente, pero aún se tiene como tarea pendiente resolver la situación de los desagües pluviales, que son los que reciben las aguas servidas cuando existen rebalses y que desembocan en la laguna.
En una inspección realizada por este medio, no se hallaron conexiones directas del alcantarillado, pero sí ingresos de desagües pluviales, principalmente por la avenida 6 de Agosto, donde está la “serpiente negra” y también por el Campo Ferial.
En algunos casos, tienen compuertas y están cerrados, pero el presidente del Comité de Recuperación y Preservación de la Laguna Alalay (Crempla), César Navia, indica que en días de lluvia hay necesidad de abrirlas para que no se inunde la zona.
El representante del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa) en el Crempla, Jehizon Terán, explicó que, cuando se creó el Comité en 2007, evidentemente, había gran cantidad de conexiones clandestinas directas de alcantarillado a la laguna. “La principal función de Semapa fue hacer desaparecer todo esto y en la actualidad no existen”, aseveró.
Sin embargo, aún se tiene la presencia de desagües pluviales que sí reciben agua de alcantarilla cuando ésta rebalsa, principalmente en días de lluvia. “Las redes de alcantarillado de la zona son muy antiguas. Entonces, cuando llueve o excede su capacidad, rebalsan hasta el desagüe pluvial que llega hasta la laguna, pero antes se descontamina un poco el agua”, indicó Terán.
Por su parte, el presidente del Crempla mencionó que ante esta situación sólo existen dos alternativas: cerrar los ingresos o cambiar el sistema de alcantarillado de la zona, “pero es casi imposible cerrar los ingresos porque la zona se inundaría por completo”, dijo.
Por su parte, el representante de Semapa explicó que para esta gestión se tiene proyectado el cambio de red de alcantarillado en la avenida Suecia.
“Desde que se creó el Crempla, hemos estado haciendo un trabajo recurrente de mejoramiento de alcantarillado. Hemos invertido 7 millones de bolivianos y también conformamos una brigada de emergencia de 24 horas para atender cualquier hecho que ocurriera”, agregó Terán.
Durante la verificación, se observó que el agua que se encuentra frente a estos ingresos tiene un color más verdusco que el resto, existen olores y más algas a diferencia del espejo en su conjunto.
LAVADEROS EN ADECUACIÓN
El representante de Semapa en el Crempla, Jehizon Terán, señaló que una de las principales tareas que se tuvieron durante el Plan de Emergencia fue inspeccionar, notificar y promover la adecuación de actividades industriales o lavaderos de jeans que funcionan por la zona de la laguna Alalay.
“Existían 50 que se conocían legalmente. 10 cerraron por diversos motivos. Quedaron 40, de los cuales, cuando comenzó la emergencia, sólo cuatro tenían contrato con Semapa, que es indicador de estar dentro de la norma”, explicó Terán.
“Comenzamos a trabajar con inspecciones, talleres junto a SwissContact (organización suiza) notificaciones y demás. De este modo, logramos 17 contratos de actividades industriales con Semapa y el resto está en proceso de adecuar sus sistemas para también tener este contrato. Hay dos que fueron clausuradas, pero están haciendo sus trámites dentro de la norma”, añadió.
Pese a todo, Terán señaló que existen al menos 30 actividades clandestinas. “El gran problema es que desechan todo a una red de alcantarillado domiciliaria que no tiene capacidad para todo el líquido. Incluso, en muchos casos tienen muchas pelusas de los jeans, que se vuelven como bolas en las redes y las tapan”, indicó.
Una situación similar ocurre con los restaurantes, porque la grasa desechada se pega a las paredes de las tuberías y se tapan.