2014, último año que se llenó La Angostura
“Estamos rezando día y noche para que llueva, pero no llueve”, afirmó Juan Vitalio, un poblador que vive al borde de la represa de La Angostura y que teme que la sequía de 2016 persista, debido a que el nivel del agua no supera los 2 metros de altura.
La gente recuerda las buenas épocas de la represa en 2011 y 2014, cuando estuvo a punto de desbordarse e inundar comunidades. Desde 2015, el caudal comenzó a bajar a nivel mínimo.
También se acuerdan de la peor sequía —en 1986—, cuando el nivel bajó tanto que podía verse la antigua huella del tren.
La falta de agua provocó que los lancheros que brindan el servicio de paseo reduzcan sus ingresos porque hacen menos recorridos. Sin embargo, los restaurantes reciben cada fin de semana 2.000 visitantes.
De acuerdo al informe del gerente de la Asociación de Usuarios del Sistema Nacional de Riego Nº 1 de La Angostura, Manuel Rocha, la represa acumuló 2,3 millones metros cúbicos de los 88 millones de su capacidad.
En términos de altura, alcanza 1,25 de 7,5 metros. El caudal se reduce a diario por efecto de la evaporación y el calor.
Una de las integrantes de la Asociación de Restaurante Angostura, Lupe Buendía, reiteró que la peor sequía de la represa fue en 1986. Entonces, incluso, apareció la huella de la vía del tren que existía antes de la construcción de la represa. La organización agrupa 12 restaurantes.
Buendía aseguró que, a pesar de los bajos niveles de la presa, el turismo no se vio afectado, sólo redujo en un 20 por ciento por la época del año.
El peor momento fue en noviembre pasado. Sin embargo, las lluvias de esta temporada ayudaron a incrementar el caudal de la presa y también a que los clientes retornen.
De acuerdo a su estadística, entre diciembre y enero, los meses de mayor turismo, reportan la llegada de 8.000 visitantes por mes. Este año, la temporada alta coincidió con la época de lluvia.
Pérdidas
Para algunos lancheros, la situación es preocupante. Juan Vitalio, dueño de la pensión “Saravia”, ubicada a orillas de la cubeta, indicó que antes de la sequía atendía 40 mesas, ahora 20.
Antes realizaba entre 12 y 13 paseos en su lancha; ahora de cinco y seis. Añadió: “Ésta es nuestra fuente de trabajo, si se seca la laguna, dónde nos vamos a ir, con qué vamos a vivir”.
Uno de los conductores de lancha de la “Asociación Náutica Recreacional Angostura”, Gumercindo Gabriel López, contó que cada domingo reciben 2.000 turistas. A pesar que muchas personas llegan “por curiosidad” para saber si la laguna se secó. “En algunas partes, para transportar con el barquito, nos chocamos con el lodo”, declaró.
En varios sectores se pueden ver playones dentro la represa. Los sectores más críticos son Caluyo, Arbieto y Carcaje.
A ello se suma que durante un recorrido por el sector sureste, Los Tiempos verificó la construcción de senderos.
La represa es esencial para regar 5.000 hectáreas de cultivos del valle central y bajo.
LOS RECURSOS Y LLUVIA ARTIFICIAL
Inversión.- En 2016, la Gobernación invirtió 15 millones de bolivianos en mitigar los efectos de la sequía en los 36 municipios que se declararon en emergencia.
El gobernador Iván Canelas informó que en 2017 se necesitarán más recursos para paliar el desastre. Por el momento, el presupuesto es de 2,6 millones de bolivianos.
“Sabemos que eso es poco”, dijo y anunció que también solicitarán recursos ante el Gobierno.
Aunque la Gobernación conversó con organizamos internacionales sobre la posibilidad de captar ayuda por la sequía, como el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), aún no tiene respuestas.
Lluvia artificial.- El Gobernador viajará el martes a La Paz para reunirse con el ministro de Defensa, Remy Ferreira, para tratar el bombardeo de nubes para Cochabamba.
“Nosotros le hemos pedido al propio Presidente (el bombardeo de nubes) y nos ha dicho que sí, que nos va a apoyar. Eso queremos concretar porque hasta ahora no está lloviendo”, señaló al respecto Canelas.
Indicó que el bombardeo “probablemente” podría realizarse en marzo en el valle alto y la región metropolitana, donde no está lloviendo.
LA SEQUÍA SIGUE EN PASORAPA Y PREVÉN REMATAR EL GANADO
La sequía continúa en Pasorapa. El alcalde Jaime Mendieta anunció que volverán a declarar emergencia y rematarán el 50 por ciento de las 35.00 cabezas que hay en la región.
Añadió que la Alcaldía traslada agua para consumo humano y para el ganado desde los atajados a las comunidades más afectadas: Chapisito, Aguadilla, Yunga, Chaki Laguna, dijo el Alcalde.
En 2016, el municipio perdió 1.400 hectáreas de maíz y 1.600 cabezas de ganado, pero se prevé que esta gestión sea mucho más seca, por lo que se quiere tomar previsiones.
“A estas alturas, nosotros no hemos pasado la sequía, aún seguimos en sequía, tenemos reportes de las primeras cabezas de ganado han comenzado a morir, vamos a tener ampliados con los ganaderos para tomar determinaciones, vamos a tener que reducir el ganadero en un 50 por ciento con algún tipo de feria para rematarlo”, dijo Mendieta.
Aclaró que los dos pozos que debían perforar en 2016 no se han iniciado hasta ahora. “Si a febrero estamos reportando falta de agua, falta de forraje y muerte de ganado, en junio la situación será más crítica, no nos queda más que rematar el ganado”, dijo.