Endurecen control para las ladrilleras
Ante la contaminación atmosférica que generan las ladrilleras que funcionan en Cerro Blanco, al sur de la ciudad y detrás del aeropuerto, la Alcaldía clausuró ayer 17 hornos de 75 que operan sin licencia.
Las ladrilleras son, después del parque automotor, la segunda fuente de contaminación del aire en el municipio por la emisión de gases de efecto invernadero, aportan partículas 2,5 y 10 PM al entorno, según el último informe sobre la calidad del aire de 1.600 ciudades de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aunque los vehículos generan el 90 por ciento de la polución, la Alcaldía aún no implementó el Taller de Revisión Vehicular.
El operativo sorprendió a los ladrilleros que, luego de las 17 clausuras, se movilizaron para evitar el cierre de más hornos porque no fueron notificados.
El director de Asuntos Jurídicos, Edwin Paredes, dijo que convocaron a los dirigentes a 15 reuniones, pero no acudieron.
“Hace un año, nos dijeron que teníamos que sacar la licencia, pero no nos dijeron más, ni informaron sobre los requisitos, tampoco nos dieron un plazo, simplemente se quedó ahí. Ahora tampoco nos notificaron”, dijo una afectada, Ricarda Vela.
En tanto, Paredes explicó que esta actividad exige contar con NIT, licencia ambiental y las adecuaciones necesarias para que contaminen lo menos posible.
El secretario de Desarrollo Sustentable, Eduardo Galindo, explicó que las ladrilleras están en un sector urbano; no industrial. “En un inicio, tuvimos apertura porque mostraron una predisposición de adecuarse; pero esperamos demasiado y no hacen nada. Además, recibimos cartas de quejas del aeropuerto y de vecinos”, manifestó.
El especialista en estudios de calidad del aire, Marcos Luján, explicó que, pese a que estos hornos funcionan a gas y no a leña, aún producen bastante contaminación debido a que requieren una cantidad de carbón para la quema, porque son tipo “volcán”.
Dijo que “tendrían que adecuarse a hornos tipo industrial Hofman, pero eso requiere una gran inversión. Además, demandaría una producción diaria de por lo menos 80.000 ladrillos que no podrían sostener estas familias que se dedican a la producción artesanal”.
Los ladrilleros explicaron que realizan quemas una vez al mes y dura tres días. De acuerdo al tamaño del horno, se pueden producir entre 80.000 y 100.000 ladrillos con una inversión de 300 a 400 bolivianos por 1.000 ladrillos, que son entre 30.000 y 40.000 bolivianos. Luego, se vende a 500 bolivianos por cada 1.000.
“Primero, nos quitan los hornos hasta tener sólo uno por familia. Luego, nos hacen adecuarnos a gas. También intentamos hacer un horno Hofman entre varios, pero nada quiere. No nos dejan hacer nada al final y este es nuestro sustento”, afirmó uno de los ladrilleros.
La responsable de Gestión Ambiental de la Alcaldía, Jacqueline Jaimes, manifestó que pese al clima cálido que genera buena calidad del aire, la zona de la Base Aérea, donde están las ladrilleras, está contaminada. “Las quemas desprenden material particulado que es dañino”, afirmó Jaimes.
LAS FUENTES DE CONTAMINACIÓN
El 90 por ciento de la contaminación del aire en Cochabamba es a causa del parque automotor. En tanto, el 10 por ciento corresponde a las ladrilleras e industrias. En el país existen 2.074 productores ladrilleros artesanales. Santa Cruz cuenta con 1.327, Cochabamba 387 y Beni 246. Se trata de un sector informal y de una economía familiar. Sin embargo, también se observa un constante crecimiento del parque automotor. El secretario de Desarrollo Sustentable de la Alcaldía, Eduardo Galindo, manifestó que este año se construirá el taller de revisión vehicular para mitigar la emisión de gases.