Muerte de animales sigue en Alalay; el Plane se va
Los animales continúan muriendo en la laguna Alalay a un año del desastre ambiental que provocó la mortandad de miles de peces y decenas de aves, en marzo pasado. Ayer, se halló una “polla de agua” (“Gallinuda chloropus”) sin vida en medio del caudal verde por la presencia de bacterias tóxicas (cianobacterias).
La contaminación es visible aunque el nivel del agua subió de 40 centímetros en diciembre de 2016 a dos metros en la actualidad. El embalse recibe descargas de aguas servidas que generan concentraciones de nitrógeno, fósforo y materia orgánica.
La intensidad de los trabajos de limpieza también ha disminuido. La responsable de Gestión de Recursos Naturales de la Alcaldía, Natalia Morales, dijo que las trabajadoras del Plane, que estaban a cargo de esta labor, fueron trasladadas a Itocta.
“La calidad del agua ha mejorado, la contaminación ha disminuido por el aporte de agua de lluvia. Los datos del oxígeno disuelto eran cero, ahora tenemos tres miligramos de oxígeno disuelto por litro. Es un indicador fuerte en calidad del agua”, dijo.
La funcionaria explicó que el sistema de oxigenación está instalado pero no funciona porque se requiere la autorización del Comité de Recuperación, Mejoramiento y Preservación de la Laguna Alalay (Crempla).
También llamó la atención la presencia de 10 caballos en el área norte de la laguna, donde está prohibido el pastoreo.
Después de la muerte de peces, el municipio aprobó un plan de emergencia con 14 tareas, pero las acciones no han logrado aún revertir la crisis de Alalay. En esta gestión, el municipio licita un plan integral de recuperación del vaso de agua que incluye el dragado de lodos.
En febrero, el concejal del MAS, Sergio Rodríguez, verificó el ingreso de aguas negras de tres canales pluviales que desembocan en la laguna. Dos de éstos están ubicados a la altura de las calles Amboro (ingreso al Hospital Univalle) y Tipuani, en la OTB Jaime Zudáñez. Otro por la calle Simón I. Patiño, en el barrio Minero.
En marzo, la UMSS indicó en un comunicado público que la situación de la laguna no mejorará si no se instalan plantas de tratamiento para descontaminar las aguas negras que ingresan. Alertó que, de lo contrario, puede haber otra mortandad masiva de animales.
ASFALTAN AL NORTE DE LA LAGUNA
El Comité de Recuperación, Mejoramiento y Preservación de la Laguna Alalay (Crempla) envió ayer una solicitud de paralización de ampliación del Circuito Bolivia, colindante con la laguna, debido a que la misma no fue autorizada, tampoco cuenta con ficha ambiental y comenzó a ser asfaltada, informó el director de Medio Ambiente de la Gobernación, Alan Lisperguer.
La Gobernación también solicitó paralizar la obra e instó a la Alcaldía a presentar toda la documentación para respaldar los trabajos en el perímetro de la laguna. “El Alcalde debe remitir el lunes toda esa documentación”, declaró.
El funcionario explicó que, en las reuniones del Crempla, los representantes del municipio eviten referirse a la obra. “Nos llama la atención que, siendo funcionarios, desconozcan sobre esta obra y eviten referirse al tema”, indicó.
En 1943, la laguna tenía 379 hectáreas, 285 correspondían al espacio del embalse, pero el lugar se redujo a 234 hectáreas en 2000, según el libro “Análisis de la problemática de la laguna Alalay” de la Universidad Mayor de San Simón. La Alcaldía amplía en tres metros la vía desde marzo y ayer comenzó a hacer el asfaltado.