Sede de Intendencia, insalubre y llena
La Intendencia Municipal funciona en una instalación insalubre al punto que se pueden ver salir ratas de los colchones de las camas de los gendarmes. El sitio, ubicado en la calle Santiváñez, también está hacinado con la mercadería decomisada, según constató ayer el concejal Edwin Jiménez (Único).
El patio está lleno de refrigeradores, cocinas, sofás y colchones. Incluso, las oficinas se convirtieron en depósitos de cajas de las bebidas decomisadas.
El concejal Edwin Jiménez lamentó que los artefactos se hayan deteriorado en vez de ser donados a los hogares de acogida de niños como sugiere la normativa debido a que no fueron reclamados por los afectados dentro del plazo de diez días.
Se estima que sólo entre el 10 y 15 por ciento de lo decomisado se devuelve. “Los vendedores prefieren comprar cosas nuevas que pagar la multa, porque a veces triplica el monto”, explicó uno de los funcionarios.
La Ordenanza Municipal 3748/2007 especifica que los alimentos retenidos deben ser donados en 48 horas, sin embargo, hay un vacío en cuanto a los artículos. “Se asumió el compromiso de aprobar en diez días un proyecto de ley que permita donar todos los colchones, sillas y refrigeradores”, dijo Jiménez.
El concejal verificó que los baños, dormitorios y oficinas se encuentran en condiciones insalubres. “En la mañana vimos ratas que salen de los colchones donde duermen los gendarmes”, lamentó el legislador.
En tanto que el piso de la oficina de la intendenta Luz Rojas se derrumbó y ahora tiene un soporte improvisado con troncos.
Jiménez señaló que se planteará la asignación de un nuevo lugar. Rojas anunció que se piensa en un predio en el kilómetro tres a Quillacollo para el traslado.
