Aiquile supera desastre con el apoyo de su gente
El municipio de Aiquile, el más afectado por el terremoto más fuerte que se ha registrado en Bolivia en el último siglo, comenzó a levantarse de las ruinas después de cinco años del desastre y hoy muestra una arquitectura renovada marcada por un estilo moderno.
El sismo dañó 385 casas por completo, 312 parcialmente y 315 levemente en Aiquile, Totora y Mizque.
Después del desastre, muchos pobladores se fueron, y los que se quedaron reconstruyeron sus viviendas con materiales modernos, no antisísmicos.
El 90 por ciento de las viviendas han sido reconstruidas con estilo moderno del siglo XXI, el resto continúa abandonado o en proceso de reconstrucción.
A pesar de lo sucedido, las casas no fueron construidas con un sistema antisísmico y sólo se utilizó ladrillo reforzado y hormigón, informó el director de Desarrollo Urbanístico de la alcaldía de Aiquile, Marcelo Revollo.
Aiquile está ubicado a 220 kilómetros de la ciudad y cuenta con casi 17.000 habitantes.
Antes del terremoto, el centro poblado de este municipio tenía una arquitectura colonial-republicana. Actualmente tiene la imagen de una ciudad moderna debido a que sus edificaciones son del siglo XXI y tiene edificios de hasta cinco niveles.
“Las viviendas que tienen de cuatro a cinco niveles deben tener cálculo estructural, dos lozas más altillo. Se usan materiales modernos como ladrillo reforzado y hormigón armado. Obviamente que no (lo hace resistente a un sismo), eso depende la magnitud. El tema es que son más resistentes que una vivienda de adobe”, dijo Revollo.
De la antigua infraestructura sólo queda la puerta de ingreso del antiguo mercado, que no fue dañado y fue preservado por el municipio.
Después del terremoto, el Fondo de Inversión Social (FIS) del Gobierno nacional sólo construyó algunas viviendas antisísmicas de una sola planta para las familias más afectadas, pero la Alcaldía de Aiquile desconoce el número viviendas construidas. “Eran viviendas sencillas de uno o dos ambientes más un baño”, dijo Revollo.
El funcionario explicó que es difícil regular la construcción de viviendas en el municipio. “Lamentablemente, en contra de eso no podemos ir. Pero estamos al tanto con las instituciones para que nos avisen antes de los terremotos”, indicó.
El municipio todavía cuenta con algunas casas que no fueron demolidas después del terremoto, algunas están abandonadas y otras en proceso de reconstrucción. “Cambió todo el lenguaje arquitectónico, no podemos mantener una identidad, todo el mundo ha optado por construir con el estilo que quiere”, explicó el funcionario.
El responsable de Cultura de la Alcaldía de Aiquile, Iván Molina, indicó que el municipio es geológicamente inestable y, antes del terremoto de 1998, sufrió movimientos telúricos de menor magnitud en 1958 y 1905.
Después del terremoto de 1998, la transformación de Aiquile fue total. “El terremoto destruyó todas las viviendas antiguas y la reconstrucción fue un problema. Nos prometieron muchas cosas, como reconstruir las casas, pero eso nunca pasó. Al final, sólo construyeron unas 2.600 habitaciones con sus baños, pero eso llegó varios años después del sismo, muchas familias vivieron durante años en carpas”, dijo Molina. Algunas familias que se fueron han retornado a Aiquile.
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RECONSTRUCCIÓN Y MIGRACIÓN
• La iglesia de San Pedro del municipio de Aiquile fue afectada seriamente después del terremoto de mayo 1998, por lo que fue demolida y reconstruida con un estilo más moderno por la Iglesia católica.
• La infraestructura funcionó desde 1962 como Prelatura de Aiquile y actualmente se constituye en Catedral.
• El terremoto destruyó totalmente la Catedral. La reconstrucción de la infraestructura se inició en febrero de 1999 con la bendición de la primera piedra del obispo prelado, monseñor Adalberto Rossat. La obra se terminó el 28 de abril de 2000 con un estilo moderno.
GENTE MIGRÓ Y LUEGO RETORNÓ
• El responsable de Cultura de la Alcaldía de Aiquile, Iván Molina, explicó que después del terremoto muchas familias se fueron de Aiquile por temor a un nuevo sismo, muchas casas quedaron abandonadas, otras vendidas.
• Añadió que, después de cinco años del terremoto, la imagen de Aiquile comenzó a cambiar, por lo que la gente comenzó a volver.
• “Después de algunos años, muchos volvieron a reconstruir sus viviendas y la imagen de Aiquile comenzó a cambiar gracias al esfuerzo de los propios pobladores. Muchos migrantes aiquileños mandaron dinero para la reconstrucción, muchos de ellos llegaron para reconstruir”, contó Molina.
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