Sistema comunal, clave del agua en Sacaba
Las 221 Organizaciones Territoriales de Base (OTB) del municipio de Sacaba se abastecen de agua para consumo humano a través de nueve sistemas, la mayoría comunales. 89 vecindarios han autogestionado su provisión, 14 son de carros cisternas y apenas 17 son atendidos por la Empresa Municipal de Agua de Sacaba (Emapas). En tanto, las 28 que están en medio del conflicto de límites con Cercado reciben el suministro de Semapa.
Las características del suministro se detectaron en el estudio “Políticas públicas de abastecimiento de agua para consumo humano en la región metropolitana”, realizado por el Instituto de Estudios Sociales y Económicos (IESE) y el Centro de Agua y Saneamiento Ambiental (CASA) de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).
Como ocurre en gran parte de los siete municipios de la región metropolitana, la presencia municipal del agua es mínima. Hoy atiende al 6 por ciento de las OTB. “Lo cual demuestra una frágil presencia institucional en el control de fuentes de agua y red de infraestructura hidráulica”, según el estudio.
Por ello, los otros tipos de sistemas comunales y privados tienen el control territorial del agua. En este campo se incluye a Semapa que atienden a los barrios que están en conflicto con el municipio de Cercado.
Oferta y déficit
A pesar de contar con fuentes de agua estratégicas, como un conjunto de lagunas en la cordillera, el municipio de 172 mil habitantes sobrelleva un déficit de agua que se intenta paliar con el servicio de los carros cisternas.
De acuerdo con el estudio de la UMSS, todos los sistemas producen 316 litros de agua por segundo durante la temporada de lluvia y poslluvia, hasta julio. Con esta producción el municipio afronta un déficit de 30 litros por segundo, que corresponden a 14 OTB, que “se abastecen exclusivamente de carros cisternas”.
Al comienzo de la época de estiaje, desde julio hasta noviembre, la oferta de agua disminuye en un tercio y el déficit llega a 140 litros por segundo, según la investigación. La falta de agua deriva en un racionamiento.
Sistemas se basan en derechos del agua
La situación de Sacaba es la más compleja de la región metropolitana, porque los sistemas de abastecimiento de agua abarcan todos los tipos de fuentes desde pozos, ríos, vertientes y lagunas hasta cisternas. La mayor cantidad de agua se utiliza para consumo humano, advirtió el estudio del IESE y CASA.
Añadió que el acceso al agua de las fuentes se basa sobre acuerdos básicos de “derechos de agua” entre los sectores (riego y agua potable), que se definen volúmenes y caudales de uso, que varía en diferentes temporadas (sobre todo en periodo de lluvias y estiaje).
Los pactos sobre el acceso permiten que se conformen “sistemas mixtos dispersos” conformando sistemas con fuentes de pozo y lagunas, sistemas de vertientes con lagunas y vertientes con pozos. De acuerdo con la investigación, este “entramado complica mucho más la comprensión y fragilidad de estos sistemas”.
Sin embargo, este tipo de organización es el que garantiza el aprovisionamiento de agua para consumo humano, porque el municipio de Sacaba estuvo ausente durante décadas en resolver la falta de agua en los barrios y comunidades.
De acuerdo con la investigación, el municipio de Sacaba aún no cuenta con información sobre la dinámica de los derechos del agua y todavía no comprende la lógica de la autogestión comunal.
“Su visión es limitada a una suerte de expansión de su empresa de agua Emapas bajo criterio de expropiación de derechos de agua y uso directo de infraestructura de captación, almacenamiento y tratamiento de red de distribución”, concluyó la investigación.
RACIONAMIENTO
•En épocas de sequía, como la registrada en 2015 y 2016, el déficit aumenta dos tercios hasta llegar a 260 litros por segundo.
•El estudio estableció que “el déficit se cubre con el racionamiento del servicio durante algunas horas cada jornada por días fijos y en ciertos sectores de los barrios”.
•Ante esta carencia, los usuarios complementan su servicio con la compra de agua de cisternas y de botellones de 20 litros que incrementan su presupuesto mensual para cubrir este servicio. En 2016, varias familias contaron que subsistían con la compra de botellones de agua para consumo.
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CONFLICTOS Y PROYECTOS
Disputas por fuentes de agua
En 2016, el municipio de Sacaba enfrentó dos conflictos por el agua para consumo y riego. El 17 de octubre, los pobladores de Sacaba cerraron las válvulas de la laguna de Larati y dejaron sin agua a los vecinos del Distrito 1.
Tras la suspensión del servicio, los pobladores y regantes de Apaga Punta bloquearon la vía al oriente hasta que el municipio inició el diálogo con los dos sectores. El 18 de noviembre estalló otro conflicto por agua en Quintanilla, Sacaba, por la laguna La Merced. Después de dos días de bloqueo de la carretera a Santa Cruz, los pobladores de Quintanilla y otros sectores subieron a la cordillera para recuperar por la fuerza la laguna.
Proyecciones para Misicuni
Sacaba se prepara como el resto de las regiones de la región metropolitana para recibir el agua de la represa de Misicuni; sin embargo, aún no hay fecha ni se conoce el volumen del caudal que se necesitará. En su último informe, el gobernador Iván Canelas manifestó que gestiona 44 millones de dólares para la construcción de los ductos que llevarán agua a Cercado, Vinto, Sipe Sipe, Sacaba, Tiquipaya y Quillacollo. El Tramo I (Jove Rancho-Tiquipaya-Cercado-Sacaba) tiene una longitud de 20 kilómetros, un costo de estudio de 2,1 millones de bolivianos. El Tramo II (Jove Rancho-Colcapirhua-zona sur) 1,4 millones de bolivianos en diseño y su construcción demandará 21 millones de dólares; el Tramo III (Quillacollo-Vinto-Sipe Sipe) aún está en estudio.
Estudio se hizo en municipios
El estudio de políticas públicas de abastecimiento de agua para consumo en la región metropolitana del departamento de Cochabamba se realizó en los municipios de Cercado, Colcapirhua, Tiquipaya y Sacaba.
En sus dos anteriores ediciones de domingo, Los Tiempos publicó los resultados de Colcapirhua y Tiquipaya. En Colcapirhua se estableció que el agua que consume la mayoría de los pobladores del municipio no es potable ni apta para consumo por tener metales y bacterias. En tanto que Tiquipaya está obligada a buscar nuevas fuentes de agua, debido al crecimiento de su población y al déficit del servicio que se agudiza en la época seca.