El cachorro de jaguar rescatado en Villa Tunari se quedará en cautiverio
Hernán, el cachorro de jaguar de cuatro meses que fue rescatado cuando estaba a punto de ser vendido por redes sociales en Villa Tunari, el 1 de junio, se recupera en el Centro de Atención y Derivación de Animales Silvestres (CAD) de Santa Cruz.
“No podrá volver a su hábitat”, lamentó el biólogo y responsable del programa de Biodiversidad de la Gobernación, Rodrigo Aguayo.
El especialista explicó que los jaguares aprenden a cazar y a sobrevivir con sus madres, por lo que al quedar huérfano, no podrá adquirir esas destrezas y no se lo puede devolver a la selva para que muera de hambre o sea presa de otros animales. Tampoco existen centros especializados para reinsertarlos.
El felino fue rescatado cuando fue puesto a la venta en Facebook y WhatsApp por la suma de 800 dólares. La denuncia fue realizada por los ambientalistas y el cachorro fue recuperado después de dos semanas de seguimiento por la Gobernación y la Policía Forestal y de Medio Ambiente (Pofoma).
El traficante del cachorro, Henry Gandarillas (22), fue detenido y es enjuiciado por el delito de comercialización de vida silvestre, según la Ley de Medio Ambiente. Al tratarse de un hecho en flagrancia se prevé que el proceso culmine el lunes y podría ser la segunda sentencia; el primer fallo fue esta semana contra el vendedor de una paraba azul, que obtuvo tres años de cárcel.
“Se presume que el acusado mató a la madre, de lo contrario sería imposible haber capturado al cachorro”, declaró Aguayo. El jaguar se llama Hernán en honor al ambientalista que hizo la denuncia y apoyó en el rescate.
El jaguar fue enviado a Santa Cruz porque en el departamento los albergues estaban llenos y no tenían las condiciones para su crianza. Hernán estaba desnutrido y deshidratado. En el centro de Santa Cruz se alimenta de leche y come un kilo carne al día. En su jaula de cuatro metros, se lo mantiene activo jugando con un peluche y una pelota.
“Estamos pendientes de Hernán y su recuperación”, dijo. La especie está en peligro de extinción en Bolivia por la pérdida de su hábitat natural. “Es uno de los felinos más grandes de Latinoamérica”, dijo Aguayo.
La historia de Hernán se suma a la de Ajayu, el oso andino rescatado en Tiraque después de que fuera apedreado hasta dejarlo ciego.