Fe, devoción y excesos en la última promesa
Quillacollo celebró ayer la última promesa a la Virgen de Urkupiña, en una jornada que se caracterizó por la alegría de aproximadamente 7.000 danzarines que deleitaron al público. Sin embargo, el convite se vio opacado por el consumo de bebidas alcohólicas por parte de los fraternos y espectadores, a pesar del fuerte operativo que desplazó a más de 850 personas entre policías y funcionarios municipales.
Los Tiempos constató espacios de hasta 20 minutos en el paso de las fraternidades, lo que despertó malestar en los espectadores que pagaron hasta 20 bolivianos por un asiento.
El recorrido inició en la avenida Martín Cárdenas al promediar las 10:30 de ayer. Autoridades municipales lideraron la caravana escoltando la imagen de la virgen. El evento tuvo una demora de por lo menos 30 minutos.
El alcalde de Quillacollo, Eduardo Mérida, y el presidente de la Asociación de Conjuntos Folklóricos Virgen de Urkupiña (ACFVU), René Valdez, encabezaron la caravana que finalizó en el templo San Ildefonso.
“Prosperidad paz, tregua y principalmente queremos que haya más obras, coordinar entre autoridades nacionales, departamentales y municipales por el bien de la ciudadanía”, solicitó Mérida a la virgen.
Por su parte, el jefe de gabinete de la Alcaldía de Quillacollo, Wilson Espinoza, detalló que el comando regional de la Policía desplazó a 770 uniformados en dos turnos para garantizar la seguridad de los visitantes.
Igualmente, 80 funcionarios de la Intendencia Municipal complementaron las tareas de control de consumo de bebidas alcohólicas. Además, 60 profesionales de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia local repartieron en diferentes puntos del recorrido 3.000 manillas para prevenir el extravío de menores de edad.
A pesar del control, este medio constató que varios comercios vendieron bebidas alcohólicas durante el recorrido. Al mismo tiempo, se corroboró el consumo de alcohol por parte de bailarines y asistentes.
El presidente del Concejo Municipal de Quillacollo, Víctor Osinaga, denunció la falta de control en el evento.
También dijo que obras de importante calibre para la festividad, como la ejecución del puente Concordia, no fueron terminadas a tiempo.
PROPONEN 2 PALCOS OFICIALES
El presidente del Concejo Municipal de Quillacollo, Víctor Osinaga, informó que el ente legislativo impulsó una ordenanza municipal que busca normar la cantidad de palcos que se emplazarán durante la celebración de la entrada folklórica de este año.
Osinaga señaló que el año pasado la Alcaldía armó 10 infraestructuras a lo largo del recorrido, lo que calificó como “daño” para la economía municipal. Por este motivo, el Concejo Municipal busca establecer la instalación de dos palcos oficiales.
“Al normar de que solo existan dos palcos decirle Al alcalde que si por algún motivo arma palcos abusivos va a tener conflictos, porque Quillacollo es de todos”, sostuvo.
Ante esta solicitud, el alcalde Mérida ratificó que no se tomará en cuenta esta petición ya que es un gasto “insulso”, sólo habrá uno oficial que tiene capacidad para más de 200 personas.
“El Concejo tiene derecho a 100 butacas, puede invitar a autoridades y personalidades, por ello, rechazo esta imposición y gasto innecesario”, sostuvo Mérida.