Fieles se marchan fortalecidos
Una marea humana llegó ayer hasta el calvario del cerro de Cota, en Quillacollo, luego de una larga peregrinación para agradecer por los milagros de la Virgen de Urkupiña y pedir otros. Además de participar en la misa en el santuario, muy cerca de donde se cree que la imagen se le apareció a una pastorcita.
La Virgen se presentó ante los peregrinos que llegaron de todos lados con la vestimenta típica de la mujer cochabambina.
En la homilía, el arzobispo Óscar Aparicio señaló que Jesucristo anuncia la salvación y encomienda a su madre a no dejar a sus hijos en el abandono.
“Hoy la palabra nos anuncia la salvación; que Jesucristo está con nosotros, padece con nosotros y tiene misericordia. Comparte nuestra vida, sufrimientos y padecimientos (…) Cuando el Señor estaba en su mayor sufrimiento, como a lo mejor nos encontramos algunos, nos deja a su madre”, dijo Aparicio.
Siguió: “Aquí, en Quillacollo, en este cerro, somos Juan. Por eso, hoy (por ayer), esta palabra resuena en nosotros —mujer, ahí tienes a tus hijos; mujer, ahí tienes a tus hijas— y nos regala a la mamita de Urkupiña. Nos regala a nuestra mamá; no somos huérfanos; no estamos abandonados”.
Pese al intenso sol que provocó algunos desmayos —un adulto mayor y una policía—, la gente se asentó alrededor de la capilla en el santuario para escuchar la celebración eucarística.
Muchos caminaron varias horas para escuchar la misa antes de sacar las piedras.
“Vengo todos los años con mi familia. Salimos a las 4:00 de nuestra casa para llegar a eso de las 10 de la mañana. Sí o sí escuchamos la misa, porque de eso se trata, de tener un encuentro con la Virgen en este día y luego sacamos las piedras (…) Nosotros pedimos principalmente salud y protección. El resto llega”, señaló un devoto, Raúl Meneses, que estaba junto a su esposa y sus dos hijas de 17 y 19 años.
Entre los feligreses había bastantes extranjeros, principalmente argentinos. “Vinimos por primera vez en 2015, porque unos amigos del barrio en Salta nos dijeron que venían, porque la Virgen les había cumplido varios milagros. Nosotros pedimos una casa en aquel entonces, y la compramos el año pasado. Ahora, venimos a agradecer y porque realmente vemos que la mamita, como le dicen aquí, te ayuda si le pides con fe”, contó Ricardo, que llegó de Argentina.
“Pedimos el día a cuenta de vacación para venir en familia. Hace unos años, antes de tener a nuestro Jhonny, estuvimos a punto de divorciarnos. Vinimos, a recomendación de la familia de mi esposa, que es de Tarata, y le pedimos que nos dé entendimiento y unidad. Y ahora, estamos mejor que nunca (…) Sólo se cumple si se pide con fe”, afirmó Vladimir Vaca, un devoto que llegó de Santa Cruz.