La bicicleta en Cochabamba: su llegada y primer “Ciclo Club”
Pasaron varias décadas desde la creación de la primera bicicleta, para que Bolivia pueda acceder a este medio de transporte. Aunque no se tienen datos exactos, se estima que la bicicleta llegó al país en la década de 1920.
El departamento que recibió las primeras bicicletas fue Oruro, debido a la presencia de centros mineros que albergaban trabajadores ingleses que promovieron este novedoso medio de transporte.
“¿Por qué en Oruro? Porque es ahí donde existía una importante colonia de emigrantes extranjeros que trabajaba en las minas, en la Bolivian Railway y en “casas importadoras”, y que practicaban deportes europeos”, explicó Walter Sánchez, docente del programa de Música de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).
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Bicicletas inglesas en Bolivia
Avisos del periódico “El Heraldo”, entre enero a julio de 1925, anunciaban la venta de bicicletas inicialmente en Oruro. “Entre las fábricas inglesas de Bicicletas, la Remington Cicle Co. Ltd. Inglaterra, representa la última palabra, estos vehículos, son los únicos que han alcanzado una duración de 20 años, y nos han entregado su representación general en Bolivia”, informó el comerciante Serafín Ferrufino, en un comunicado del Heraldo de 1825, adjunto a una dibujo de la bicicleta.
Otros anuncios del mismo año ofertan el alquiler de todo tipo de bicicletas por días y horas, “para caballeros, damas y niños”. En algunos casos, el valor de las bicicletas se pagaba a través de un “sistema corporativo” y, ocasionalmente, se daba lugar a sorteos de bicicletas Remigton mediante la compra de “acciones”.
Diferencias sociales
Algunos testimonios señalan que la diferencia de estratos sociales se manifestaba en los modelos de bicicletas que lucían los miembros de las familias cochabambinas. “Yo recuerdo en esa época de mi infancia que había discriminación económica entre los grupos sociales, los hijos de las familias que tenían dinero, tenían una Raleigh Chopper que era carísima en esos tiempos y los que no tenían recursos una Taylor”, recuerda el arquitecto Fernando Ferrufino.
Cuando la bicicleta era una novedad en Bolivia, muy pocos pudieron acceder a ella ante los altos costos que representaba adquirirla. Por ello, la mayoría de ciclistas pertenecía a los estratos más adinerados. Sin embargo, después de unos años los costos fueron bajando. En ese momento, los obreros que trabajaban en las provincias llegaban a las obras en bicicleta, también quienes transportaban tarros de leche desde el campo para distribuir en la ciudad y escolares para ir a las escuelas.
El primer club de ciclismo
En 1925 se fundó el “Ciclo Club Cochabamba”, con el impulso de Carlos Soruco, Luis Guzmán Oblitas y el famoso fotógrafo Rodolfo Torrico Zamudio, conocido como “El Turista”. El grupo deportivo conformado por más de 50 ciclistas siguió dos motivos: promover el ciclismo y por “fines patrióticos para avivar los espíritus aletargados en el campo deportivo”, según un comunicado del periódico El Heraldo de mayo de 1925.
El club de ciclistas destacó por su presencia en actividades artísticas y fiestas nacionales, cumpliendo tareas deportivas y, a la vez, inmiscuyéndose en la vida cultural de la ciudad.
“Este club, que admitía como ‘socios’ a quienes tenían bicicletas, realizaba una serie de actividades: paseos por la ciudad, viajes a la campiña y a distintos pueblos, incluso muchas veces eran invitados por los alcaldes de otras provincias como Sacaba para que participen de sus eventos”, señaló Walter Sánchez.
El 25 de mayo de 1925, los ciclistas realizaron un desfile desde la plaza Colón hasta la plaza principal, durante las festividades del primer grito libertario. Al llegar a su destino, fueron recibidos entre aplausos y el “tráfico quedó paralizado”, según una crónica del periódico El Heraldo.
Un medio romántico
La bicicleta llegó a representar un medio polémico que causó emoción entre los ciudadanos. La bicicleta “Hércules”, que presenta un cuadro plano, sin inclinación entre el manubrio y el asiento, permitió llevar a pasajeros, convirtiendo este medio en uno “romántico”, también conocido como “robacholitas”, que fue usado sobre todo por trabajadores del campo.
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SALVAR LA BICICLETA
Después de que la generación de 1820 admirara el nuevo medio de transporte, su presencia fue perdiendo peso con los nuevos vehículos.
Desde esa época hasta 1999, se dio lugar algunos hitos que marcaron el esfuerzo por rescatar la bicicleta como medio de transporte. Carola Ortuño, representante de Swisscontact, resume estos hechos en cuatro. El primero, impulsado por el Comité Cívico en 1999 al declarar el Día del Peatón dedicado a los ciclistas que se veían impedidos de salir libremente a manejar bicicleta. El segundo, fue la reglamentación y la extensión del Día del Peatón. El tercero, la creación de colectivos que visibilizaron a los ciclistas y, por último, la ley de la bicicleta y la construcción de ciclorrutas en la ciudad.
DERECHO A LA CIUDAD
El año de 1999, aforos realizados por Swisscontact establecen que 5.814 ciclistas circulaban diariamente por las vías, frente a 1.349 en 2009. Los datos evidencian un descenso importante de ciclistas en Cochabamba. La causa es atribuida a la falta de seguridad y educación vial por parte de los conductores de vehículos. Ante esta situación, surgieron colectivos de ciclistas, como ser “Masa Crítica”, que piden ser visibilizados exigiendo su “derecho a la ciudad”.
Al respecto, Carola Ortuño manifiesta: “Pienso que estos colectivos fueron iniciativa de personas que no se sentían seguras al manejar bici y ahora se han unido en colectivo para ser visibles y decir en grupo: Nosotros tenemos derecho a la ciudad igual que todos, para tomar las vías”.
RUTAS DEL CICLISTA
Actualmente, el ciclismo cambió su característica netamente turística y deportiva ocasional, y pasó a formar parte de la vida de muchos cochabambinos, no sólo por un fin de semana, sino para sus actividades diarias. Entre sus posibilidades para practicar el ciclismo se encuentran la ruta de la ciclovía desde el Sombrero de Chola hasta la Ramón Rivero, inaugurada el pasado viernes. Asimismo, se cuenta con 11 vías elaboradas por el ciclista Jorge Cordero para ciclismo de montaña y de turismo. Los trayectos se dividen entre baja, mediana y alta dificultad y oscilan entre los 2 a 66 kilómetros. La práctica de bici de montaña incluye seis circuitos: Quenamari en Colcapirhua, el Tunari, San Isidro, Pocoata, Capinota e Inca Rakay. Las rutas turísticas pasan por Alalay, Quillacollo, Pairumani y Vinto.