Francisco asegura que será sincero en diálogo con Trump
Avión Papal |
El papa Francisco afirmó ayer que “jamás hace juicios de una persona sin escucharla” y así recibirá en el Vaticano al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el próximo 24 de mayo
La importancia de la reunión del mandatario estadounidense y del papa Francisco ha centrado las dos últimas ruedas de prensa que el pontífice ha concedido tanto ayer a su vuelta de Fátima como tras su viaje a Egipto hace dos semanas.
Ante una nueva pregunta a Francisco sobre cómo recibirá a un jefe de Estado que manifiesta ideas tan diferentes, sobre todo ante la inmigración, la construcción de muros o la lucha contra el cambio climático, el Papa dijo simplemente que “le escuchará”.
“Yo jamás hago juicios sobre una persona sin escucharlo, lo tengo que hacer. Yo le escucharé y diré lo que pienso”, agregó el Papa ante los 70 periodistas que volaban con él desde Fátima, entre ellos EFE.
Para Francisco, lo importante en cualquier situación es “buscar las puertas que no están cerradas. Seguir adelante y paso a paso”. Ante ello, recordó que “la paz es artesanal y se hace cada día, así como también la amistad, también entre las personas, el conocimiento y la estima es artesanal y se tiene que trabajar todos los días”.
Aseguró que él siempre piensa en el “respeto”, en “caminar juntos” y en “ser muy sincero con lo que cada uno piensa”.
Al preguntarle si será “la paz” uno de los temas que abordará el 24 de mayo con Trump, Francisco aseguró que “hablará la paz con quien sea”.
Explicó entonces que en uno de los encuentros antes de viajar a Fátima con un grupo de científicos, uno de ellos que se definió ateo le dijo: “Dígale a los cristianos que amen más a los musulmanes”.
“Eso es un mensaje de paz”, agregó el pontífice.
Francisco recibirá en el palacio pontificio al mandatario estadounidense el 24 de mayo, quien después viajará a Bruselas y el 26 participará en la cumbre del G7 que se celebrará en la ciudad siciliana de Taormina.
Francisco se mostró muy crítico con las supuestas apariciones recientes de la virgen María en Medjugorje, un sitio que atrae cada año un millón de peregrinos a Bosnia Herzegovina, cuando regresaba de celebrar el centenario de las de Fátima.
En junio de 1981, seis niños y adolescentes bosnios contaron haber sido testigos de la aparición de la virgen María en esta pequeña localidad del sur de Bosnia. Algunos, ya adultos, aseguran que se producen apariciones cada día.
La mujer que se les aparece “no es la mamá de Jesús”, lanzó el Papa en el avión que lo traía de vuelta de Portugal.
Procesos a curas pederastas
El papa Francisco reconoció ayer que el Vaticano tiene un retraso en el proceso de 2.000 casos de abuso sexual cometido por sacerdotes y dijo que las críticas ante las demoras están justificadas, pero aseguró que se está añadiendo más personal e insistió en que la Santa Sede va “por buen camino”.
El pontífice comentó por primera vez respecto a las críticas en torno al manejo que el Vaticano le ha dado a los casos de abuso sexual efectuadas por Marie Collins, una irlandesa sobreviviente de abusos que en marzo renunció a la comisión de asesoría sobre este tema establecida por Francisco.
Collins dejó el cargo debido a lo que definió como el inaceptable nivel de resistencia al interior del Vaticano para implementar las propuestas de la comisión con el fin de atender mejor a las víctimas y proteger a los niños de los sacerdotes que los violan y los tocan. En una conversación con los periodistas en el vuelo de regreso a Roma desde Portugal, Francisco dijo que Collins es una “gran mujer” e indicó que tenía “un poco de razón”.
CANONIZACIÓN
Cien años después de que aseguraran haber visto a la Virgen María, los pequeños hermanos pastores Francisco y Jacinta fueron canonizados este sábado por el Papa en el santuario portugués de Fátima, ante medio millón de emocionados fieles.
“Declaramos y definimos como santos a los beatos Francisco Marto y Jacinta Marto”, anunció el papa Francisco en la misa de canonización delante de la Basílica de Nuestra Señora de Fátima, cuya gigante explanada estuvo abarrotada de peregrinos, algunos con lágrimas en los ojos, venidos de todo el mundo.
En el santuario, bajo fuertes medidas de seguridad, se reunieron unos “500.000 fieles”.