Seguridad a costa de los derechos individuales
Los ciudadanos que viven en las regiones metropolitanas del eje central del país no son contundentes al momento de defender los derechos individuales.
Los datos de la encuesta metropolitana revelan que un 48 por ciento de la gente desaprueba que el Estado restrinja los derechos individuales de las personas para preservar la seguridad ciudadana, mientras que un 23 por ciento es indiferente y un 29 por ciento aprueba esa idea.
Sin embargo, el rechazo crece cuando es la Policía la que a veces no debe respetar los derechos de las personas para proteger a la sociedad.
Según los resultados del estudio, el 60 por ciento desaprueba firmemente que los policías vulneren derechos. Un 17 por ciento es indiferente y el 23 por ciento aprueba las acciones de fuerza aunque vayan en contra de derechos ciudadanos.
Derechos y delincuencia
Así como no importan tanto los derechos individuales de las personas frente a las acciones contra la inseguridad, tampoco los de los delincuentes.
Los datos de la encuesta revelan que casi el 49 por ciento de la gente está de acuerdo con que los delincuentes no deberían tener los mismos derechos humanos que los demás ciudadanos. Un 20 por ciento es indiferente al tema y únicamente un 31,5 por ciento de los consultados afirmó que está en desacuerdo con que se vulneren los derechos de los transgresores.
Casi similar es el porcentaje de personas que considera que los derechos humanos de los reos valen menos porque cometieron un delito.
Cinco de cada 10 consultados dijo que está de acuerdo, con mayor o menor énfasis, con que los presos en las cárceles no deberían tener los mismos derechos que los ciudadanos que no han cometido ningún crimen; mientras que un 28,5 por ciento señaló que está en desacuerdo con esa idea y un 19 por ciento se mostró indiferente.
El hecho de que los ciudadanos no valoren con contundencia los derechos individuales de los otros cuando se trata de seguridad y delincuencia puede estar relacionado con que hay un importante porcentaje de personas que no desaprueban la justicia con mano propia.
Casi el 20 por ciento de los consultados indicó que aprueba que se haga justicia de esa manera, mientras que un 14 por ciento ve el asunto con indiferencia. Casi el 66 por ciento desaprueba castigar por su propia cuenta.
DDHH NO SON PROBLEMA
La encuesta levantada por Ciudadanía consultó también a la gente sobre cuál es el problema más grave que está enfrentando el país.
Sólo un 1,4 por ciento de los ciudadanos de las áreas metropolitanas señaló a las violaciones de derechos humanos como uno de los problemas de Bolivia.
Para la gente el mayor problema, según indicó el 26,5 por ciento de los encuestados, es la corrupción, seguida de la delincuencia, que señaló el 21,1 por ciento.
Con similar porcentaje, de un 6 por ciento en todos los casos, también son identificados como problemas graves: la falta de agua, la economía y la inseguridad ciudadana.
ANÁLISIS
VIVIAN SCHWARZ BLUM
CIUDADANÍA
Derechos humanos e individuales
Como es 6 de Agosto, la mirada del Foro Regional a las percepciones y opiniones de los habitantes en las tres áreas metropolitanas más grandes del país, La Paz, Santa Cruz y Cochabamba llega en un momento adecuado para hacer un balance y reflexionar sobre cómo estamos construyendo y desarrollando el país, en áreas relevantes para el desarrollo económico, social y cultural. ¿Qué área podría ser más relevante que el estado de nuestros derechos y las garantías que tenemos como ciudadanos para nuestro bienestar?
El Foro Regional nos muestra que, en general, nuestra conciencia sobre las garantías de nuestros derechos ciudadanos por parte del Estado necesita una acción de refuerzo. 60 por ciento de los pobladores de las áreas metropolitanas desaprueban la idea de que la seguridad es más importante que el respeto de los derechos ciudadanos, cuando se trata de acciones policiales que vulneran derechos ciudadanos para proteger o garantizar seguridad.
Cuando no se trata de la Policía, 48 por ciento de esta población desaprueba la restricción de derechos individuales por parte del Estado en favor de la seguridad ciudadana, pero 23 por ciento es indiferente a esta idea y 29 por ciento está de acuerdo con que la seguridad es más importante que los derechos individuales. Quizás el 52 por ciento de la población está asustada, ha tenido malas experiencias o se siente amenazada, pero aun cuando la restricción de derechos o los estándares laxos sobre el respeto de derechos individuales es una amenaza invisible, indiscutiblemente es una amenaza mucho más grave y dañina que la delincuencia a corto y largo plazo.
Con la misma laxitud en relación a la importancia de los derechos humanos, 48,6 por ciento de la población metropolitana está de acuerdo con que los delincuentes no deben tener los mismos derechos que el resto de la población y 52,4 por ciento está de acuerdo con que las personas en las cárceles no deberían tener los mismos derechos humanos que el resto de la ciudadanía.
La seguridad ciudadana es importante, pero sin garantías firmes para nuestros derechos individuales, nuestra ciudadanía queda más vulnerable y amenazada que nuestra seguridad.