Temen que suplantadores estafaron a 10 mil personas
La Policía desarticuló un clan que se dedicaba a estafar a cientos de personas, probablemente unas 10 mil, ofreciéndoles terrenos en Cochabamba a nombre del presidente Evo Morales, como parte de un programa social que habría implementado el Gobierno.
Estos sujetos, que se hacían pasar por funcionarios de ministerios, pedían 500 dólares como un primer pago del terreno, además cobraban 50 bolivianos por una carpeta.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, indicó que, según la investigación preliminar, se calcula que existirían, al menos, 10 mil víctimas –de acuerdo al número de carpetas encontradas en las oficinas donde operaban estos delincuentes– y se estima que recaudaron 2,5 millones de bolivianos.
Romero junto al comandante General de la Policía, Abel de la Barra, fueron los encargados de denunciar el caso y presentar a los tres miembros del clan familiar en el Comando de la Policía de Cochabamba.
Se trata de Félix Nina Alegría (45), Javier Arroyo Alegría (33) y Claudio Fuentes Alegría (37), todos de nacionalidad boliviana, quienes fueron capturados infraganti el sábado pasado en sus oficinas negociando con personas y con papeles que los involucraban en las manos.
Romero indicó que en esas oficinas ubicadas por la zona de la Coronilla, se encontraron al menos 10 mil carpetas de personas que habrían sido contactadas por estos delincuentes.
“Desde enero había un conocimiento muy preliminar en sentido de que una organización ofrecía lotes de terreno, que se presentaban, no de manera periódica ni ordinaria, sino que reunían grupo de gente a las que prometían que iban a tener terrenos. Aparecían con uniformes supuestamente de los ministerios de Deportes y de Culturas, su ropas tenían logotipos de estos ministerios”, indicó Romero.
Su modus operandi consistía en pedir primero 50 bolivianos para adquirir un formulario, dos fotografías y les entregaban una credencial como beneficiario de los lotes; decían que éstos estaban ubicados en el valle alto de Cochabamba, en Arani y Punata.
“Este clan familiar ha sido aprehendido infraganti cuando estaban negociando, llenando formularios y recibiendo dinero de cuotas ilegales o de costos de trámites en la jornada de ayer (sábado) en inmediaciones de la Coronilla, en esa oficina que fingía ser de un abogado”, señaló.
Agregó que este delito se enmarca en la figura legal de estafa agravada múltiple “porque son muchas las víctimas de esta organización delictiva que ha utilizado, inclusive, el nombre del presidente Evo Morales”. Por lo mismo, las investigaciones fueron realizadas por instrucciones del Presidente.
Romero indicó que sólo hay dos víctimas que se constituyeron en denunciantes, por lo que pidió a más personas afectadas acudir a la Policía.
VARIOS CASOS SIMILARES
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, pidió a las autoridades de las gobernaciones, alcaldías o de entidades descentralizadas estar alertas a otros casos similares en los que personas utilizan el nombre de cualquier autoridad para favorecerse. En los últimos días se conoció dos casos en los que el exfuncionario de Sabsa Fredy Figueredo suplantaba la identidad del ministro de Justicia, Héctor Arce, en Santa cruz, y luego se conoció que su padre, Sergio Figueredo utilizaba la misma modalidad en Beni donde era funcionario de la Gobernación.
El sábado, Romero también presentó otro caso en el que un sujeto, José Luis O., cobraba a empresarios prometiéndoles la adjudicación de un proyecto millonario del Ministerio de Medio Ambiente y Agua.
Señaló que lo importante es “evitar que estas personas delincuentes consuman sus acciones delictivas, aprovechándose ya sea de su condición de servidores públicos o de tener algún nexo o vinculación con funcionarios públicos, y a veces es sorprendente porque los delincuentes pueden estar muy cerca de nosotros, así es que tenemos la obligación de encarar esta lucha de manera rigurosa”. En todos los casos conocidos utilizaron el nombre de autoridades, fingían que son funcionarios públicos o que tenían algún vínculo directo con algún funcionario.