Proyectistas defienden Código de Sistema Penal
El Proyecto de Ley Código del Sistema Penal pretende darle, entre otras cosas, mayor agilidad a los procedimientos judiciales bajo el principio de la oralidad; la puesta de “candados” a la dilación de procesos por la suspensión de audiencias y la anulación del uso de las “chicanas” en el desarrollo de los juicios.
Estos planteamientos que contiene la norma, actualmente en debate en la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, fueron difundidos ayer en el auditorio del Tribunal de Justicia de Cochabamba por una comisión de asambleístas y asesores que participaron en la redacción del proyecto.
Según presidenta de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño, este instrumento legal ayudará, además, a que la distribución de la carga procesal, entre los jueces del país, sea más equitativa y a reponer la lógica de restauración de los derechos de la víctima que fueron vulnerados por la comisión de un delito.
Además de penalistas bolivianos como Reynaldo Imaña, el proyecto de ley del Código del Sistema Penal cuenta con el asesoramiento de expertos internacionales como el exjuez español Baltazar Garzón, el profesor y exmagistrado argentino Eugenio Raúl Zaffaroni, el penalista también argentino Alberto Binder y el constitucionalista español Roberto Viciano Pastor.
De estos, ayer participaron en la exposición los penalistas Imaña y Binder.
En su exposición, la presidenta de la Comisión de Constitución, Susana Rivero, citó los problemas de justicia boliviana como su carácter ineficiente, discriminatorio y elitista que no beneficia a la víctima ni al imputado y menos a la sociedad.
Según Rivero, el actual sistema penal no procura la reparación de la víctima, “hoy sólo se trabaja para rechazar causas y encarcelar a la gente”.
La diputada citó los procedimientos ritualistas, ineficientes y dilatorios del sistema penal. Dijo también que en la actual normativa hay 413 tipos penales creados en 40 diferentes leyes que impide crear una política criminal coherente.
Por su parte, Binder convocó a los actores que intervienen en los procesos penales como abogados, jueces, fiscales y policías a cambiar de actitud porque el Código del Sistema Penal no es un pequeño cambio o un parche al actual sistema en crisis. Es, al contrario, una transformación profunda de la justicia demandada por la propia sociedad boliviana a través de la Cumbre de Justicia y que los protagonistas deben estar a la altura de esa “revolución”.
PROPUESTAS DE SALIDA A LA CRISIS DE LA JUSTICIA
Entre las soluciones que plantea el Proyecto de Ley Código del Sistema Penal está el establecimiento de la oralidad plena como medio de realización de toda la actividad procesal. Esto implica que todos los pedidos de las partes serán resueltos en audiencia, previa solicitud mediante un formulario donde se elimina los copiado-pegados de memoriales.
El proyecto elimina toda posibilidad de suspensión de audiencias y se dispone duras sanciones contra jueces y fiscales que contribuyan a ello.
La norma reduce la cantidad de personas con detención preventiva y prioriza la aplicación de medidas cautelares distintas a la prisión (vigilancia, retención de documentos, arraigo, fianzas y detención domiciliaria).
También se norma la creación de la Oficina Gestora de Audiencias que tendrá como tareas la información y orientación ciudadana, la recepción de solicitud de audiencias, la programación de las mismas, la notificación y el registro.
ASESORES JURÍDICOS Y LEGISLADORES
Alberto Binder, asesor
El primer punto que hay que tener muy presente es la claridad con la que ha hablado la sociedad boliviana y lo ha manifestado a través de la Cumbre de Justicia. Ha dicho algo que me parece fundamental, ha dicho que la justicia penal, tal como está funcionando, no sirve. Por lo tanto, se llamará a refundar, se llamará a reorganizar, pero ese pedido y este código responde a eso, a una gran oportunidad de escuchar ese pedido popular y actuar en consecuencia.
Reynaldo Imaña, asesor
No se puede hablar de reformas ni de transformación del sistema penal sin que se tome en cuenta o al margen de la experiencia acumulada en las últimas décadas en diversos países de nuestro continente.
Este proceso se inició como una crítica radical al sistema inquisitivo colonial, bajo la perspectiva de establecer un proceso penal democrático que priorice los intereses de la sociedad y respete los derechos humanos.
Susana Rivero, diputada
Este código del sistema penal bolivianos no es una reforma, es una transformación completa en materia penal. ¿Por qué es necesario hacer un cambio profundo? Porque, como todos sabemos, en Bolivia rige un sistema judicial colapsado. Es un modelo discriminatorio, elitista y burocrático; no busca la reparación de la víctima, tiene procedimientos ritualistas dilatorios, criminaliza las conductas. El nuevo código busca dar solución a estas taras de la justicia.
José Gonzales, Pres. Senado
No podemos limitar el debate del nuevo Código del Sistema Penal a un tema como el aborto. Seguramente el tema genera mucha expectativa y mucha sensibilidad. Pero la justicia penal no anda mal en Bolivia porque el aborto tiene cuatro o cinco causales. O aumentando las causales del aborto va a mejorar o empeorar el sistema penal. Quienes trabajan en el tema de leyes saben que el problema va por otro lado.