Evo: Gobierno no apoyará “golpe” en Achacachi
A cinco días del inicio de bloqueos en las vías que conecta a Achacachi con otras comunidades, el presidente Evo Morales se refirió ayer por primera vez sobre este conflicto y sugirió que los comunarios recurran a un referendo revocatorio contra el alcalde de ese municipio, Édgar Ramos (MAS)
“Nunca vamos a defender a alcaldes que puedan estar metidos en temas de corrupción, pero hermanas y hermanos también hay formas de cómo sacarlos (una forma es el) revocatorio democráticamente”, señaló en el acto de inauguración del Palacio Consistorial de la localidad de Chua Cocani, provincia Omasuyos.
Morales dijo que pedir la renuncia “es como un golpe de Estado y el Gobierno Nacional no se va a prestar a hacer renunciar a ningún alcalde”. Sin embargo, no se trata del primer conflicto que afronta el Gobierno con las organizaciones sociales que antes eran sus aliados “incondicionales”.
Análisis
Estamos “en un momento en que todo nos dice que el Gobierno está afrontando cada uno de estos problemas desde una perspectiva equivocada, que consiste en dejarse llevar por las apariencias más superficiales, se siente un vencedor imbatible. La verdad es que las cosas no son así”, explicó el analista Roger Cortez.
Actualmente, los vecinos de Achacachi, que desde el pasado martes iniciaron sus medidas de presión, mantienen tres puntos de bloqueo en Santa Ana y Corapata, sobre la principal carretera que comunica La Paz con Copacabana, y los ingresos al municipio en conflicto. De acuerdo con los manifestantes, la protesta se trasladará al centro político del país desde mañana.
“Está subestimando este germen, este inicio de convergencia de un gran malestar, un malestar que tiene que ver con constantes, como son la predisposición violenta que tiene el Gobierno para enfrentar los problemas: violencia de palabras, violencia simbólicamente, violencia física también en la forma de intimidación penal en contra de quienes lo molestan. Esto genera malestar”, dijo.
A su vez, el politólogo Jorge Kafka sostuvo que la sincronización de demandas y unión de diferentes actores sociales en un movimiento, tiene como objetivo mostrar el descontento y hacerle saber al MAS (Movimiento Al Socialismo) que las demandas sectoriales y regionales no están siendo atendidas.
“El Gobierno no está procesando los reclamos de la población. El movimiento cuestiona sistemáticamente las políticas gubernamentales y la actuación de las principales autoridades, hasta llegar a la censura de autoridades y la demanda de destitución”, manifestó Kafka.
“Estas manifestaciones violentas se ven en Achacachi donde el Gobierno objetivamente apuesta a favor del Alcalde, por un lado con su insistencia, porque todo el juego que hace el Gobierno de este sentimiento de seguridad tiene que ver con que desea convencerse que es posible llevar adelante su plan de desconocer la derrota que sufrió en 2016 de imponer la candidatura, la habilitación de Morales. Esta es otra causa que impregna de violencia, no sólo a los actores que están en pugna con el Gobierno, sino a todos aquellos que hacen conocer sus criterios”, afirmó Cortez.
Consecuencias del problema
El analista Roger Cortez señala que deslegitimar la movilización de los pobladores de Achacachi con la excusa de que se trata de una conspiración, golpe o de una maquinación extranjera no traerá buenos resultados.
“Se utiliza este recurso para tratar de frenar la ampliación del conflicto, va a tener resultados muy negativos frente a un compromiso electoral que está en perspectiva y que se vincula con todo esto que es la elección de autoridades judiciales”, dijo.
Acotó que la inclinación del Gobierno de resolver los problemas es de manera violenta, descalificar, humillar, tratar de tachar, de no aceptar, de descartar la validez de los argumentos del otro.
“Estas tácticas ya están impugnadas por todos, excepto por el partido de gobierno. Ahí se vuelve a equivocar, su subestimación se hace mayor y las consecuencias masivas que esto le puede traer se agranda”, señaló.
DIRIGENTES PLANIFICAN ESTRATEGIAS
Los pobladores de Achacachi mantienen los puntos de bloqueo en exigencia de la renuncia del alcalde Edgar Ramos y la libertad de tres dirigentes. En tanto, la Policía continúa con su repliegue.
“Nuestros compañeros siguen en los tres bloqueos y así estaremos hasta el lunes cuando se realice un cabildo con otras organizaciones de toda la provincia Omasuyos. Ahí definiremos las próximas estrategias”, anunció el dirigente Mario Mayta.
En febrero, los vecinos de la capital protagonizaron una movilización que terminó con la quema de la casa y el vehículo del Alcalde, quien no gobierna desde la ciudad intermedia de Achacachi, sede de sus funciones. Los llamados Ponchos Rojos, en ese entonces y en represalia apedrearon viviendas y saquearon negocios. Felipe Quispe, El Mallku, que lidera la movilización de los pobladores expresó que el movimiento continuará hasta lograr sus objetivos.