Importancia de una Relatoría para la Democracia
El fin esencial de la Relatoría para la Democracia sería prevenir amenazas a la gobernabilidad y la democracia.
Corresponde, afianzar el trabajo en el diseño y aprobación de este mecanismo, el que debe estar dirigido por un Relator Independiente
La Carta Democrática Interamericana es un instrumento creado para fortalecer y preservar la institucionalidad democrática, de los Estados miembros de la OEA. Cuando fue aprobada, en sesión especial en Lima, Perú, en septiembre de 2001, expresó el compromiso de los Gobiernos de América con la democracia y reconoció el derecho de sus pueblos a gozar de ella.
Si bien es cierto que su aplicación se debía dar en caso de que se produjera una ruptura del proceso democrático, de acuerdo a los diversos supuestos contemplados, esto no ocurrió porque los años de gestión de José Miguel Insulza, se caracterizaron por su debilidad, su pasividad frente a los quiebres progresivos y a su incapacidad para darle efectividad.
Por lo anterior, el 28 de julio de 2015, diversas organizaciones de Sociedad Civil de las Américas, propusimos a Almagro, a semanas de su elección como Secretario General de la OEA, la creación y aplicación de mecanismos eficaces para el seguimiento de los principios de la Carta Democrática Interamericana, en toda su amplitud, a través de una Relatoría para la Democracia. Esta entidad incorporaría, de manera genuina, la participación de la sociedad civil en los procesos de toma de decisiones de la OEA, ante los déficits de igualdad política y social, persistentes en unos países, más que en otros. El fin esencial de la Relatoría para la Democracia sería prevenir amenazas a la gobernabilidad y la democracia.
Corresponde en ese sentido, afianzar el trabajo en el diseño y aprobación de este mecanismo, el que debe estar dirigido por un Relator Independiente, siguiendo la línea de las relatorías del Sistema Interamericano para la libertad de expresión, sobre los derechos de las mujeres, sobre los derechos de los pueblos indígenas y otras. Una tarea conjunta de Sociedad Civil y la Secretaria General, que dé contenido al enunciado de Almagro, expresado en el marco del XLV periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General, de que “La OEA no puede ser una Organización de uso neutral”, frente a amenazas a la gobernabilidad y la democracia en el continente.
La propuesta para la creación de la Relatoría para la Democracia también fue presentada a los 35 jefes de Estado y de Gobierno, que participaron en la VII Cumbre de las Américas, realizada en Panamá en abril de 2015, en el marco de la exposición de las conclusiones y recomendaciones del Foro con Sociedad Civil.
El autor es Director Ejecutivo de la Fundación Buen Gobierno.
Columnas de EDDIE CÓNDOR CHUQUIRUNA