El TSE sigue levantando sospechas de parcialidad
Es difícil creer en el trabajo propio de un árbitro imparcial con el actual Tribunal Supremo Electoral (TSE), luego de sucesivas renuncias de dos de sus vocales antes y después de la habilitación del binomio oficialista. Recientemente también se ha conocido que habrá empadronamiento permanente de ciudadanos bolivianos en el exterior: Argentina, Brasil, Chile y España. Enseguida veremos que esta selección no parece neutral, revisando el crecimiento del padrón electoral que desde 2014 ya pasaba del millar de habilitados.
También en esta segunda quincena de marzo se nos comunica el adelantamiento de las elecciones de octubre, del último domingo. Y el tema podría parecer poco relevante, porque resulta que en Argentina hay elecciones también el último domingo de octubre. Con el cuadro que presentamos a continuación, veremos que la sospecha de ser funcionales al oficialismo, que ya les dejó en ridículo por el uso de la Ley de Organizaciones Primarias, devenida legitimadora (con votos) de los dos principales mandatarios del Estado, y ahora su tarea sigue luciendo más favorecedora al partido de gobierno que a la atención del ejercicio ciudadano de nuestros connacionales. Lo de la LOP, obviamente es contra la vulneración grosera del Art. 168 de la Constitución ratificado en el referendo del 21 F (2016), administrado en buena parte por este mismo TSE y que no puede cambiarse con ninguna sentencia.
Conviene notar que ya en 2009 los compatriotas en EEUU pudieron votar. Hoy los que allí se encuentran lo mismo que en Italia y el Reino Unido no tienen facilidades iguales que, por ejemplo, los que se encuentran en España. La razón de ello parece ser que el No del 21F (2016) se impuso en estos países, cierto que también en España, pero en 2014 el MAS ganó en España. En el caso de Chile los guarismos favorecen ligeramente al No pero eso podría revertirse. (Los datos de 2014 proMAS no se muestran en el cuadro, son 19.392 en España y 7.266 en Chile).
Veamos Argentina, que es el plato fuerte. Allí la victoria del Sí, en 2016, es apabullante. Con todo, la tasa de crecimiento de dicho padrón (última columna) no es enorme, de hecho es menor que del conjunto del padrón en el exterior. En cambio, en Mendoza y Jujuy (provincia limítrofe con Bolivia) están ligeramente por encima del promedio global y significativamente mayor que de toda la Argentina en lo que se refiere a los nacionales empadronados. La proporción del apoyo en Jujuy también es alta (el 90%) casi la más alta de las localidades registradas para el referéndum de 2016.
Estas cifras, junto a otras que publicaron E. Velasco y C. Borth en relación a las primarias, además de otras que estoy procesando para un trabajo más amplio dan lugar a la “sospecha cierta” cuya sombra se proyecta sobre el actual TSE, que cada vez inspira menos confianza.
El autor es politólogo y docente investigador de postgrado
Columnas de GONZALO ROJAS ORTUSTE