Neurona, su director y los agradecimientos
El 1 de mayo, el director de Neurona, César Hernández Paredes, difundió por sus tres perfiles de Facebook mensajes en los que agradece a algunas personas por su llegada a Bolivia. Esto le permitió cerrar tratos con el Estado boliviano por Bs 12,4 millones. El dinero, escribe el realizador mexicano, posibilitó a la empresa financiar otros proyectos progresistas en el exterior.
En uno de los post se ven fotografías de Hernández junto a otras personas, incluyendo al actual ministro de Comunicación, Manuel Canelas, y la viceministra de Gestión Comunicacional, Leyla Medinaceli, en una vivienda particular. Las imágenes no están fechadas, pero al parecer no son actuales.
En la publicación, nombra a una docena de personas, a quienes agradece de forma insistente, y en algunos casos reitera que sin ellas no se podría haber realizado el documental El Robo, sobre la capitalización.
En el otro post, se le ve en fotografías junto a invitados a una cena. El realizador asegura que en ese encuentro se planeó el mencionado documental.
El accionar de Hernández fue comentado por las redes sociales y mencionado en medios. Algunos hablan de que el mexicano estaría actuando por venganza, y otros de que lo que busca es desviar la atención para mostrar sólo una cara del asunto. Algunos aludidos en las publicaciones y fotos se apresuraron a aclarar que no tienen relación alguna con los contratos de Neurona ni tampoco con Hernández y un conocido periodista dijo que en esa cena no fue para hablar del documental, sino que para festejar un cumpleaños.
Las reales motivaciones del mexicano resultan un misterio. Llama la atención que, por ejemplo, en su lista de agradecimientos no mencione a la exministra de Comunicación, Gísela López, quien fue la encargada de cerrar los ocho contratos con la empresa. También no pasa desapercibido el hecho que las imágenes no sean recientes. ¿Cuál es el afán para publicarlas ahora junto a los mensajes de agradecimiento?
No se puede pasar por alto que Canelas remitió en abril a la Contraloría los ocho contratos que se firmaron, la mayoría por adjudicación directa, con Neurona.
La empresa hizo productos para la campaña marítima, redes sociales y un documental sobre la privatización. Algunos de estos fueron duramente criticados por su inexactitud y falta de prolijidad.
Pero hay más, Hernández escribe en uno de los post: “En breve publicaremos las fotografías y videos de los cursos de capacitación que hicimos para los Guerreros Digitales”. A estas alturas ya parece una amenaza.