Los niños invisibles de Bolivia
Nathalie Iriarte V.
Con apoyo de Connectas
—¿Sabías que el Gobierno tiene una encuesta en la que dicen que el trabajo infantil bajó a la mitad en Bolivia?
—¿Qué es encuesta?
—Es un cuestionario que se le hace a la gente para averiguar sobre algún tema. El Gobierno hizo preguntas a niños trabajadores para saber cuántos hay en todo el país.
—Ah… qué va a saber el Gobierno de eso si nunca aparecen por aquí ni pa’ comprar. A nosotros los que trabajamos no nos preguntaron nada. En el sindicato (de niños trabajadores de Santa Cruz) ni hemos escuchado de encuesta.
—¿Vos creés que el trabajo infantil aumentó o bajó?
—Los de esa encuesta no saben ni sumar. Que vengan por aquí y saquen sus cuentas, doñita. Hace unos años trabajábamos dos chicos aquí, ahora somos cinco cargadores. ¿Qué seremos puej nosotros?, ¿fantasmas?
Mientras dice esto, Alan denota rabia en la mirada; tiene apenas 11 años, y una carretilla para cargar alimentos, polera del Real Madrid y la cabeza rapada marcada por una cicatriz en forma de C. Para él, la palabra encuesta es nueva, pero el trabajo no. Alan dice que trabaja desde sus 8 años. Él y otros cuatro niños son cargadores y personal de limpieza en un almacén del Plan 3000, un populoso barrio de Santa Cruz de la Sierra.
Alan reniega mientras baja unas bolsas de harina de un camión. Su protesta es contra Evo Morales porque, para él —como para muchos niños y adolescentes trabajadores de Bolivia—, el Gobierno los ha vuelto invisibles en los resultados de la Encuesta de Niños, Niñas y Adolescentes (ENNA) que realizan una actividad laboral o trabajo 2016.
En 2008, según un estudio de Unicef y el Instituto Nacional de Estadística (INE) con supervisión de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Bolivia existían 800 mil niños y adolescentes trabajadores —800 mil: la población completa de La Paz, la tercera ciudad más poblada de Bolivia, después de Santa Cruz y El Alto—.
Para 2016, según la ENNA —hecha por el INE, y los ministerios de Trabajo, de Justicia y de Planificación— el Gobierno logró una reducción del 50 por ciento del trabajo infantil y adolescente: registraron 393 mil niños y adolescentes trabajadores.
El 12 de junio de 2018, al celebrar el Día Mundial de la Erradicación del Trabajo Infantil, Ninoska Durán, directora de la Niñez del Ministerio de Justicia, presentó con orgullo el dato. Pero no se mostró la encuesta completa ni se explicó la metodología utilizada. La gran reducción sorprendió y levantó críticas entre las ONG y los sindicatos de niños y adolescentes trabajadores de Bolivia.
Ese mismo día, Estefany Yucra, (15 años) secretaria de Unión de Niñas, Niños y Adolescentes Trabajadores de Bolivia (Unatsbo), criticó los resultados de la ENNA en la prensa nacional: “Ni siquiera han empezado el censo. Tenemos comunicación nacional permanente con nuestros compañeros y no se nos ha comunicado que haya comenzado el registro”.
Para Estefany, Alan y sus colegas, la encuesta del Gobierno los vuelve invisibles.
“No ha habido gran variación en estos años. Esta tendencia coincide con los datos de la región, que ha demostrado poco avance en la erradicación del trabajo infantil en general”, indicó Virginia Pérez, jefa de Protección de la Niñez y Adolescencia en Unicef.
Consultor de Unicef cuestiona los supuestos logros del Gobierno
Para Guillermo Dávalos, consultor de Unicef y director de la Fundación Sepa (Especialista en Estudios y Encuestas) , el primer dato que llama la atención de los logros sobre la reducción de la cifra de niños trabajadores es que desde 2016 hasta hoy no se permite el acceso al estudio completo. “Revisando la información que proporcionaron, pensamos que tienen dificultades y confusiones y no quieren someter el estudio al público”.
La responsable de comunicación del Instituto Nacional de Estadística (INE) explicó que no podía compartir la encuesta completa porque el Gobierno espera organizar un evento especial para presentarla. Mientras que el director estadístico (INE) Humberto Arandia, asegura que los resultados muestran un descenso del 50 por ciento comparado a 2008; aunque luego comparte este dato: la Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes (ENNA) muestra que 393 mil menores de 5 a 17 años realizan una actividad laboral o trabajo peligroso, prohibido e insalubre poniendo en riesgo su permanencia en el sistema educativo. Esta cifra representa un 53 por ciento del total de NNA de 5 a 17 años con actividad laboral o trabajo.
Para Dávalos, el INE se contradice: por un lado, nos dicen —y ahí basan su reducción del 50 por ciento— que hay 393 mil niños realizando actividades laborales en Bolivia. Sin embargo, viendo en detalle la información que proporcionan, otros acápites señalan que hay 739 mil niños en actividades laborales. Por tanto, en ningún caso es una reducción del 50 por ciento.
Varios expertos en niñez cuestionan los resultados de la ENNA y la metodología usada para hablar de una reducción. Lidia Mayser, encargada de erradicación del trabajo infantil de la Gobernación de Santa Cruz, descalifica la credibilidad de la ENNA: “En 2017 mandaron los resultados para validar un estudio que nadie sabe cómo se realizó, no nos explicaron la metodología ni nada. Preguntamos de dónde salieron esos números y los del INE no sabían explicar. Expusieron dos, tres laminitas y pare de contar”.
Dávalos dice: “Vemos que han cambiado sustancialmente la metodología respecto al estudio hecho en 2008; no entendemos la razón. Sabemos que para hacer seguimiento o evaluación es imprescindible que en cada medición se apliquen los mismos instrumentos y metodología”.
Enviamos al INE los cuestionamientos de los expertos, pero no respondieron nuestras solicitudes de información.