Condena internacional unánime y apoyo a la democracia de Bolivia
La comunidad internacional ha reaccionado de manera contundente ante la reciente acción militar contra el Ejecutivo de Bolivia, encabezado por el presidente Luis Arce. La respuesta ha sido una condena unánime de múltiples actores globales, quienes han manifestado su repudio y preocupación por la estabilidad democrática en el país sudamericano.
La Organización de Estados Americanos (OEA) fue una de las primeras en pronunciarse sobre la situación en Bolivia. El secretario general de la organización, Luis Almagro, emitió una declaración enérgica desde Paraguay: “No toleraremos ninguna forma de quebrantamiento del orden constitucional en Bolivia”. Almagro enfatizó la necesidad de que el Ejército boliviano se someta a la autoridad civil, tal como lo manda la carta democrática interamericana, y expresó la solidaridad de la OEA con el presidente Luis Arce Catacora.
Celac
La presidenta pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y presidenta de Honduras, Xiomara Castro, convocó a una reunión de urgencia de los gobernantes de los países del organismo regional. Castro calificó la situación como un “inminente golpe de Estado” y destacó la necesidad de una respuesta coordinada para proteger la democracia en Bolivia.
Unión Europea
Desde Europa, el alto representante para Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrell, expresó en X su rechazo a los eventos en Bolivia. “La comunidad de los 27 condena cualquier intento de quebrantar el orden constitucional en Bolivia”, escribió Borrell, mostrando la solidaridad del bloque con el Gobierno y el pueblo boliviano.
América Latina
En América Latina, los líderes regionales se unieron en su condena a las acciones militares en Bolivia. El presidente de Chile, Gabriel Boric, expresó su preocupación a través de su cuenta de X: “Expresamos nuestro apoyo a la democracia en el hermano país y al gobierno legítimo de Luis Arce”, condenando enérgicamente la acción militar.
En Venezuela, el presidente Nicolás Maduro denunció lo que consideró un golpe de Estado en desarrollo y llamó a los bolivianos a defender su democracia. Maduro declaró que conversó tanto con Luis Arce como con el expresidente Evo Morales, y dijo: “Estamos, desde Venezuela, denunciando un golpe de Estado contra la democracia boliviana”. El Gobierno venezolano emitió un comunicado rechazando la “temeraria intentona” y llamando a la comunidad internacional, especialmente a la Celac, a movilizarse en favor de la democracia boliviana.
El Gobierno de Ecuador, a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, lamentó los hechos y abogó por una resolución pacífica y democrática. “Ecuador hace votos por la vigencia de la democracia, el Estado de derecho y el respeto al orden constitucional establecido en Bolivia”, manifestó el ministerio en un comunicado.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador expresó “la más enérgica condena” al intento de golpe de Estado y reafirmó su apoyo al presidente Luis Arce. La presidenta electa Claudia Sheinbaum también condenó el levantamiento del Ejército boliviano y ofreció su respaldo incondicional al Gobierno de Arce.
El primer ministro peruano, Gustavo Adrianzén, expresó su profundo rechazo a cualquier intento de quebrantamiento del Estado de derecho en Bolivia. “Perú es un Estado democrático, creyente de la plena vigencia del Estado constitucional de derecho”, afirmó Adrianzén, añadiendo su esperanza de un pronto restablecimiento del orden constitucional.
En Colombia, el Gobierno emitió un comunicado repudiando enérgicamente las acciones de algunos sectores del Ejército boliviano, subrayando la importancia de mantener la estabilidad democrática en la región.
El presidente de Paraguay, Santiago Peña, se pronunció en favor de la democracia y condenó las movilizaciones irregulares del Ejército boliviano. En Uruguay, el presidente Luis Lacalle Pou también condenó enérgicamente los hechos, manifestando su solidaridad con el gobierno de Luis Arce.
Detalles del conflicto
El conflicto se desató cuando el comandante general del Ejército boliviano, Juan José Zúñiga, movilizó tropas y blindados a la plaza Murillo, en el centro de La Paz, irrumpiendo en el Palacio Quemado con una tanqueta. A las 15:51, los militares ingresaron al edificio y, siete minutos después, salieron. El presidente Arce denunció las “movilizaciones irregulares” y calificó la acción como “ostensiblemente violenta y contraria al orden constitucional”.
La canciller de Bolivia, Celinda Sosa, también denunció las movilizaciones del Ejército y llamó a la comunidad internacional a respaldar al gobierno legítimo de Luis Arce. “Hacemos un llamado a la comunidad internacional, a la población boliviana a hacer respetar los valores democráticos y respaldar al Gobierno de Luis Arce Catacora”, dijo Sosa en un video difundido en redes sociales.
La crisis en Bolivia ha generado una ola de condenas internacionales y llamados a la defensa de la democracia. La comunidad internacional, representada por líderes y organizaciones de diversos continentes, ha mostrado su solidaridad con el presidente Arce y ha subrayado la importancia de mantener el orden constitucional en el país.